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El conocimiento espiritual

También hay personas que hacen filosofías de la verdad presente y desechan el poder sobrenatural. Muchas personas se enamoraron del conocimiento, la teoría del nuevo pacto, la teología y doctrina de la gracia. Cuando alguien se hace filósofo de la verdad presente, llega a ser una persona con conocimiento. 

La palabra «conocer» se encuentra en tres grados en griego: 

1. Gnosis, conocimiento intelectual.
2. Ginosco, hace referencia a: conoció (intimidar). 
3. El tercero es el conocimiento Espiritual, no es intelectual, sino por experiencia del Espíritu. 

El conocedor de la verdad presente como Gnosis, es un mensajero como filósofo, conoce el mensaje, pero no quién lo envió. Hay personas que hablan maravillas de la verdad presente, y su vida es terrenal, carnal, con liderazgo dictatorial, no tienen respeto por los demás, no está la expresión de Cristo en ellos. El que habla la verdad presente con revelación, la vive como algo natural y se manifestarán milagros. Tendrá el carácter de Cristo, no una vida perfecta, porque todavía hay áreas perfectibles. No está tratando de vivir como Cristo, sino Cristo viviendo en él, y lo manifiesta en las diferentes circunstancias de la vida, siendo como cartas leídas por las demás personas de manera correcta. 

¿Por qué la iglesia sigue estancada con este entendimiento? 

Porque las personas ven el milagro y señales, no en el Nombre de quien se está haciendo.

Pablo y Bernabé querían llevar al plan eterno a la gente de Listra, se rasgaban las vestiduras y se iban encima de su audiencia, les daban a entender que aunque ellos eran personas con una naturaleza divina, lo importante era Cristo.

¿Para qué son los milagros? 

Para llevar al propósito eterno a las personas. Ellos no pueden ver lo natural de Dios si no se manifiestan los milagros, donde ellos pueden entonces ver cosas sobrenaturales, para ellos, porque no las poseen. Esta realidad provoca el deseo de poseer aquello, como sucedió con Nicodemo.

Cada día tenemos un nacimiento en la revelación, el Señor se lo dijo a Nicodemo, es necesario nacer de nuevo para ver el reino de los cielos y estar en él. Las personas pecadoras se arrepienten y nacen de nuevo, no quiere decir que son nuevas criaturas; para ver lo que está en el reino se recibe la revelación. Se nace de nuevo para salvación una sola vez, pero para revelación se nace todos los días.