Economía divina, una manifestación correctaMuestra

Evaluación divina

La carta de Santiago dice: Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia, (es un punto clave para tener la mentalidad de graduarse). Y la constancia debe llevar a feliz término de la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. No habla de faltar un recurso, sino dejar algo inconcluso. 

Dios diseñó una prueba para usted, ¿cada cuánto cree que se repite? Diariamente; la prueba de los hijos es todos los días. Pero, ¿qué se está evaluando?, se evalúa, la fe y cada decisión. Dios evalúa constantemente las decisiones y áreas de su vida, para graduarlo y pasarlo al siguiente nivel.

¿Qué tanto se ha formado Cristo en usted? Esto no se trata de qué tan cristiano sea, no es una filosofía del cristianismo. Cada vez que va a tomar una decisión, Dios no está evaluando para condenación, Él tiene una mentalidad de graduación y piensa en que debemos avanzar. Dios nos evalúa para que vayamos al siguiente nivel, por eso cuando vivamos de esa manera, vamos a generar un estilo de vida de constancia y consistencia, esto demuestra que estamos listos para progresar. 

Dios nos evalúa, porque tiene planes. Los planes que Dios tiene para su iglesia son de un solo tipo: avance, progreso, conquista, y dominio; porque ya nos bendijo completamente en Cristo. Cuando vamos a tomar una decisión, Dios dice: «voy a evaluarlos», para ver si tenemos presente a Cristo a través de nosotros o Él queda a un lado. Si Cristo se formó, Él se manifestará en sus decisiones.

¿Cree que su alma clama por Cristo? ¿Por qué clama el alma? Porque el alma ya está informada que Cristo se encuentra muy cerca. No estamos a los pies de Cristo, nos encontramos sentados junto a Él, en lugares celestiales, porque Dios jamás hace algo sin tener un plan. ¿Por qué sienta a la iglesia en lugares celestiales? Porque la iglesia tiene que manifestar el poder, y señorío en la Tierra, para que el reino avance, no es una cuestión personalista. 

¿Dónde vive Cristo? En nuestro espíritu. Cuando estamos en el Espíritu, el alma dice: «necesito ser conquistada, que el Espíritu penetre mis emociones y las sane, que entre a mi intelectualidad y rompa todos los paradigmas y filosofías que no se alinean al reino, necesito que mi voluntad sea fortalecida por lo que está en el Espíritu, que es Cristo». El alma tiene una sed enorme, de que Cristo ocupe esos lugares, para que usted se vaya graduando y despidiendo de cosas que no deberían estar. Su alma va siendo conquistada por el Espíritu, y esto va produciendo prosperidad. No prosperamos, porque pensamos que es economía; pues la prosperidad es una consecuencia, que ya está planeada por Dios.