La perspectiva de Dios sobre el dineroMuestra

La perspectiva correcta

En el devocional anterior vimos cómo el dinero y las riquezas son poco fiables. De manera que la pregunta más normal sería: “¿Las riquezas son malas?”

Regresemos a 1 Timoteo 6:17–19 para encontrar la respuesta:

A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir, acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida. 

Creo que Dios lo deja bastante claro: si usted está en una posición donde Él le ha bendecido, debería disfrutarlo. Y hágalo sin sentirse culpable. Si usted puede llevar a su familia de vacaciones a Europa, hágalo. 

Solamente cerciórese de pagar sus diezmos primero. Cerciórese de ser generoso con la obra de Dios, pero disfrute de lo que Dios le da. Es un regalo de Dios poder disfrutar del fruto del trabajo de sus manos. 

Dios aprueba que disfrutemos cualquier medida de prosperidad que tengamos. Él simplemente quiere que seamos generosos en proporción a nuestra prosperidad. Él desea que estemos dispuestos y listos para dar en grande. Que podamos sembrar extravagantemente en el evangelio y, por consiguiente, hacer tesoros en el cielo. 

El punto destacable es éste: no viva solamente con los ojos puestos en este mundo, sino viva con los ojos puestos en el mundo que está por venir. Si lo hace, realmente disfrutará de las riquezas que Dios le dé.