Las curiosas preguntas de JesúsMuestra

¿Quién es el siervo sabio y fiel?

Es fácil pensar que en la parábola de Jesús en Lucas 12:35-48 existen dos siervos: el siervo fiel y el infiel. Sin embargo es el mismo siervo que se enfrenta a dos posibles decisiones que hacer, con Jesús explicando las consecuencias de cada decisión. Por eso él dice “Pero si aquel siervo dice en su corazón.” Podemos escoger nuestras opciones pero no nuestras consecuencias. No es sufienciente solamente reconocer lo que Dios está pidiendo de nosotros, sino que tenemos que darle seguimiento y ponerlo por obra. Por eso Jesús le dice a la multitud “Es prudente cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica” Mateo 7:24.

El servir se encuentra en el centro de la naturaleza de Dios. Por eso Jesús nos da el ejemplo de un amo que no solamente está interasado en ser servido sino también en servir (Lucas 12:34). Dios te creó con talentos, habilidades, y experiencias únicas. Hoy, tú vas a tener la oportunidad de servir a otros en el nomber de Jesús. Haz lo que más puedas de esta oportunidad. Recuerda, es un privilegio, no un castigo. No es que “tienes que,” sino más bien que “recibes la oportunidad” de vivir el propósito y llamado para el cual Dios te creó.

Un siervo fiel reconoce y responde a la invitación de Dios de vivir por algo más grande que él mismo. El siervo que está listo se encarga en completar la tarea que su señor le ha encomendado. Mira alrededor de ti con unos ojos de fe. ¿Qué es lo que Dios te está invitando a hacer para servir a otros en el nombre de Jesús? ¿Lo vas a hacer? Dios te recompensará en todo lo que hagas para servir su propósito en la vida de todos aquellos alrededor de ti (Lucas 12:43).

Oración: Señor, gracias por darme talentos y habilidades únicas para servir a otros. Dame ojos para ver a aquellos que puedo servir en tu nombre. Mientras lo hago, ayúdame a experimentar el gozo de saber que sirvo a otros porque tú primero me serviste a mí al crearme, sustentarme, y al enviar a Cristo Jesús a salvarme y enseñarnos como conocerte. En el nombre de Jesús, amén.