Los beneficios de un Dios real y buenoMuestra

Eternidad en nuestros corazones 

La vida es breve. Es tan breve. Cuando tenemos 20 años, parece que viviremos para siempre. A los 30 años, bueno, tal vez no para siempre. A los 40 años, ¡vaya! Estoy a mitad de camino. A los 50 años, ¡el tiempo pasa corriendo! Y se acelera desde allí. 

¿Por qué los humanos, a diferencia de los animales, nunca nos ajustamos a la brevedad de la vida? Porque fuimos hechos para la eternidad. Dios ha puesto la eternidad en nuestros corazones. «Él ha hecho todo hermoso en su tiempo. Además, Él ha puesto la eternidad en el corazón del hombre».

¿Cómo deberíamos responder a la brevedad de la vida? Solo hay una solución para vivir por la eternidad. Acepta la verdad bíblica de que este mundo no es la casa. Fuimos hechos para el próximo mundo, no para este. Al igual que Pablo, esfuérzate por llegar al próximo mundo. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 

Esto significa que decidimos que no viviremos por dinero o posesiones. Viviremos por Jesucristo. Entregaremos nuestra vida. Amaremos a las personas y no a las cosas. Invertiremos nuestro tiempo y recursos para llegar a las personas y amarlas. Viviremos nuestra vida para el próximo mundo.

En «Mero cristianismo», C.S. Lewis escribió: «Apunta al cielo y obtendrás la tierra; apunta a la tierra y no obtendrás nada».