La Armadura de DiosMuestra

Día 2

2 Reyes 6

Pablo no estaba pidiendo en oración que los creyentes de Éfeso recibieran su abundante herencia de riquezas espirituales bendiciones, poder y autoridad, sino que se dieran cuenta de que eso ya era de ellos. Como cristianos, ellos ya poseían estas cosas, tal como nosotros. Pero hasta que se dieran cuenta, ¿qué bien podrían lograr? En realidad, la armadura espiritual que describe en Efesios 6 es simplemente una repetición, una forma diferente de describir, lo que Pablo había estado explicando en la primera parte de la carta. 

¿Cómo podían "poner" o "tomar" cosas que no sabían que tenían? El primer paso para ellos, el primer paso para nosotros, al utilizar los recursos espirituales que nos han dado es tener nuestros ojos espirituales abiertos para que podamos verlos. La historia de Eliseo y su sirviente con problemas de visión en 2 Reyes 6 es una de mis historias favoritas en la Biblia. El escenario es una batalla a punto de suceder entre el enfurecido rey de Aram y la nación de Israel. El sirviente de Eliseo tiene un ojo. Al principio, solo podía ver al enemigo, lo que probablemente no le dejaba otra respuesta que el miedo y la ansiedad. Pero inmediatamente se sintonizó con una realidad espiritual que cambia el juego: había más a su disposición y trabajando en su nombre de lo que nunca hubiera imaginado. 

Lo que sus ojos físicos podían ver no era igual a lo que no podían ver. La oración de Eliseo lo ayudó a tomar conciencia de todos los recursos y la fuerza de su lado para luchar contra el enemigo. Para tener confianza y salir victorioso, debes ser capaz de "verlo". En Efesios 1, Pablo acentúa solo algunos de los dones que Dios nos ha dado. Hay muchos más, y cada uno se conecta específicamente con su armadura espiritual y sus armas. 

La primera clave para entender cómo encajan todos en tu habilidad para atrapar al enemigo es la visión. No puedes usarlos si no puedes reconocerlos completamente, si no estás al tanto de su disponibilidad y de su importancia para librar una guerra exitosa contra el enemigo. La victoria comienza aquí. Comienza hoy. Comienza con una oración por visión. Así que únete a Pablo y pídele al Señor que te abra los ojos para que no solo detectes la actividad del enemigo, sino que también puedas estar plenamente consciente de lo que Dios te ha dado para desarmarlo y vencerlo en tu vida.