Pastores de ovejas

Sí, voy a creerle a Dios y Su Palabra 

En Su vida, Jesús se llamó a sí mismo “el Buen Pastor”, que cuida de Su rebaño. Nosotros. Él nos cuida porque Él nos ama, porque es exactamente lo que vino a hacer en este mundo: llevarnos a Su rebaño. Qué hermosa imagen de cómo amarse unos a otros; pero Jesús no es el único buen pastor del cual podemos aprender.

Luego de que Jesús naciera, ¿quiénes fueron los primeros en responder a Su nacimiento? Los pastores. Aunque estaban cuidando de su rebaño cuando el ángel llegó a anunciar el nacimiento del Mesías, ellos dejaron su precioso rebaño (su sustento) atrás cuando algo más importante surgió.

“Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer”. Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño…

La respuesta de los pastores a Jesús fue inmediata y entusiasta. Cuando los ángeles terminaron su coro, los pastores se fueron. No sólo abandonaron su trabajo y dejaron sus ovejas en el campo (no hay indicación en el texto de que pasó tiempo entre los ángeles cantando y ellos partiendo), ellos se apresuraron. Estos pastores corrieron para ver al niño. Jesús vino al mundo, y los pastores iban tras Él.

Estos pastores tenían la idea correcta. Sabían lo que valía la pena encontrar (Jesús), y lo que valía la pena dejar (las ovejas).

Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído…

La alabanza es a menudo encontrada del otro lado de una acción llena de fe. Cuando le creemos a Dios y a Su palabra y “nos esforzamos por alcanzar lo que está delante” (Filipenses 3:13) nos posicionamos para dar testimonio de lo que inspira adoración.

Los pastores pudieron haberse quedado. Pero, fueron y encontraron a Jesús. Cuando lo encontraron no podían evitar alabar a Dios. Aunque volvieron con su rebaño y a su rutina con sus deberes y responsabilidades, ellos habían cambiado. Las noches cuidando a su rebaño ahora estaban llenas de alabanzas, como aquella de los ángeles.

En el versículo 21, cuando termina el pasaje de los pastores, Lucas nos dice que al día siguiente es cuando fue circuncidado el bebé y le es dado Su nombre, Jesús. Ni siquiera sabían Su nombre, pero fueron a Belén a ver al niño. Ni siquiera sabían Su nombre, pero se apresuraron para encontrarlo. Ni siquiera sabían Su nombre, y aún así “glorificaron y alabaron a Dios” por Él. 

Nosotros que no solo conocemos Su nombre, sino Su Espíritu, ¿no dejaremos atrás nuestras rutinas diarias y consideraremos el significado de quien es Él?