El Credo de los Apóstoles: JesuscristoMuestra
La obra de la Ascensión de Jesús: Hebreos 9:11-12
La ascensión fue el evento donde Jesús fue tomado corporalmente al cielo. Cuarenta días después de su resurrección, Jesús fue alzado en las nubes al cielo. Lucas describe la ascensión tanto en Lucas 24:50-51, y en Hechos 1:6-11.
La obra de ascensión de Jesús consumó muchas cosas que él no pudo hacer mientras estaba en la tierra. Por ejemplo, en Juan 14:2-3, Jesús les dijo a los apóstoles que él iba a ascender para preparar lugares para ellos en el cielo. Y en Juan 16:7, él dijo que no podía aún enviar al Espíritu Santo para darle poder a la iglesia, para ministrarla, a menos que él ascendiera primero al cielo.
Más allá de esto, Jesús tenía que ascender al cielo para poder completar la obra de expiación que él había iniciado en la cruz. El autor de Hebreos argumenta este punto en los capítulos 8 y 9 de su libro. En resumen, él dijo que el templo terrenal era una copia del templo en el cielo. Y comparó la expiación de Cristo con el trabajo que los sumos sacerdotes terrenales realizaban en el día anual de expiación, cuando ellos tomaban la sangre del sacrificio al lugar Santísimo y la rociaban en el altar, obteniendo así el perdón de los pecados del pueblo. De la misma forma, Jesús entró al lugar Santísimo del verdadero templo en el cielo, y roció su propia sangre en el altar. Esto completó la ceremonia del sacrificio que Jesús había empezado en la cruz.
Consideremos la forma en la que Hebreos 9:11-12 describe la obra de expiación de Cristo en el cielo:
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote… por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación… sino por su propia sangre, [Él] entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. (Hebreos 9:11-12)
Además, como nuestro sumo sacerdote en el cielo, Cristo continúa intercediendo por nosotros, continuamente alegando los beneficios de su expiación a nuestro beneficio cuando pecamos. Los teólogos comúnmente se refieren a la continua obra de Cristo en el templo celestial como su sesión Y esta sesión es la que hace que nuestra salvación sea asegurada. Hebreos 7:24-25 describe su sesión de esta manera:
Más éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
(Hebreos 7:24-25)
Como vemos aquí, la ascensión de Jesús al cielo fue un aspecto crucial de su obra redentora. Sin ella, no podríamos ser salvos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura habla de la divinidad de Jesucristo mirando cosas como la naturaleza de su divinidad, y su relación con los otros miembros de la Trinidad. Examina su humanidad y discute la relación entre su naturaleza divina y humana. Y habla de su trabajo durante y después de su ministerio terrenal.
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Nos gustaría agradecer a los Ministerios del Tercer Milenio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/