Preparando Nuestros Corazones para la Pascua: Un Devocional de la CuaresmaMuestra

"Día 30: El Ayuno"

Aquí, aprendemos acerca de tres formas específicas cómo Satanás trató de tentar a Jesús, cada cual significativa, al desafiar su deseo por comida, insistiéndole a que deje ver su poder de manera sensacional, y animándole a usar el poder político para establecer el reino de Dios. En la tercera instancia, él tentó a Jesús para que evitara la cruz. El diablo estaba más que deseoso de darle todo de nuevo a Jesús, si solo Jesús le rendía adoración en lugar de a Dios. Pasar por alto el sufrimiento, salvar al mundo, negar a Dios, hacerlo de la forma fácil. Para cada respuesta, Jesús replicó con la Escritura, la "espada del Espíritu" (Efesios 6:17), para resistir.

Estas tentaciones ocurrieron inmediatamente después del bautismo de Jesús. Luego de que Jesús fue ungido para el ministerio, el Espíritu lo llevó al desierto por 40 días y noches de ayuno "para ser tentado por el diablo." El tiempo que Jesús estuvo en el desierto nos recuerda a Moisés ayunando por el mismo periodo de tiempo en el Monte Sinaí (Éxodo 34:28). Después de que Moisés pasó los 40 días con sus noches, Dios le dio los Diez Mandamientos para los Israelitas. Así, aquí vemos que Jesús es el nuevo Moisés que vino a cumplir la ley que se le había dado a Moisés.

Oración

precioso Dios, te adoramos porque tu sabes lo que es ser tentado en todas las formas, como lo somos nosotros. Gracias por enseñarnos cómo resistir a la tentación y gracias por ir a la cruz y por cumplir la ley, por amor a nosotros, y en nuestro nombre. En el nombre de Cristo, amén.

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