[Serie ¡Qué dicha!] Humildad y justiciaMuestra
Dame un poco de agua
Hemos aprendido a través de esta bienaventuranza a tratar a los demás como si ellos fueran Jesús, ver en los demás el rostro de Jesús.
Imagina que Jesús está viniendo a visitarlos, pregúntate: ¿Qué sientes al verlo? ¿Qué te sientes llamado a hacer? ¿Darle un abrazo? ¿Sonreírle? Imagínate que Jesús se sienta a tu lado y te pide que le des algo: un pedazo de pan, una prenda de vestir, un vaso de agua. Sucedió en los tiempos de Jesús: Al día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús sintió hambre. Alguien tuvo el privilegio de invitarlo a comer. Pero también tuvo sed, una mujer de Samaria llegó al pozo a sacar agua, y Jesús le pidió un poco de agua. Ella tuvo que romper con situaciones culturales arraigadas, y darle agua a un judío. ¿Qué harías tú si Jesús te pide eso? Ahora piensa en Jesús pidiendo que lo reconozcas en el rostro de cada persona.
¿Qué significa «tener hambre y sed de la justicia» como lo dijo Jesús? Es la manera cómo Dios quiere que vivamos —en relación con él y con los demás. La Biblia registra un hecho sin precedentes cuando en medio de un almuerzo, entra una mujer y derrama perfume a los pies de Jesús, era una mujer con mala reputación que hizo con Jesús lo que el anfitrión no. Ella fue más allá de lo acostumbrado, e hizo algo que inclusive, Jesús no le había pedido que hiciera.
¿De qué manera tener hambre y sed de justicia nos haría felices o dichosos? ¿Cómo vivir según lo que Dios quiere en nuestra familia? Hablar de la justicia nos debe hacer más conscientes de las necesidades de los demás, comenzando con nuestra familia, con el cónyuge, los hijos, o los padres. La familia es el primer lugar donde debemos vivir las bienaventuranzas.
Para practicar lo que hemos aprendido hoy, recolectemos alguna de nuestra ropa o nuestros juguetes para compartir con los que no tienen. Pide a los miembros de la familia que cada uno aporte algo que pueda ser donado a los necesitados. Pónganse de acuerdo en cuanto a la persona, familia u organización a quienes ayudar.
Oración
Padre amado, en el nombre de Jesús, pido que nos ayudes a ver el rostro de Jesús en los demás. Que nos dispongamos a ayudar a otros. Que estemos dispuestos a ser generosos con el necesitado, y en humildad y justicia compartir con ellos lo que en abundancia hemos recibido de ti, Padre. Amén.
Acerca de este Plan
Este plan devocional es parte de la serie ¡Qué dicha!, de American Bible Society, que se enfoca en el estudio de las bienaventuranzas, parte importante del Sermón del Monte; con un enfoque práctico y vivencial para la persona y la familia. Este plan abarca las bienaventuranzas: humildad y justicia.
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.americanbible.org