Viviendo las Parábolas de JesúsMuestra

El Gozo de Gastar el Dinero de Alguien Mas

Escrituras: Lucas 16:1-13, 1 Timoteo 6:17-19, Santiago 1:17, Deuteronomio 8:12-18

La parábola en Lucas 16 debe ser una de las historias mas inusuales que cuenta Jesús. ¡El elogia el administrador deshonesto! Parece raro, al principio. Pero el maestro no lo elogia por su deshonestidad. Lo elogia por tener previsión y anticipar su necesidad cuando su tiempo como administrador llegue a su final. La parábola de Jesús nos dice que ahora somos administradores de dinero, pero no lo seremos por siempre. El tiempo es corto.

Nota por la razón que el administrador fue elogiado: no, por la mala administración de los recursos de su maestro, sino por actuar astutamente cuando sabia que su tiempo era limitado. El administrador tomo acción urgente para proveer por su propio futuro y al mismo tiempo dando la apariencia que el hombre rico era generoso. 

¿Qué es astucia? Básicamente, es sabiduría en el momento oportuno. Un administrador astuto decide actuar ahora, y no mas tarde. Su sentido de urgencia está balanceado por el saber que él no es el dueño del dinero. Es solamente el administrador.

Es fácil caer en la trampa que serás más fiel cuando tengas más. Pero Jesús nos dice que aquellos que son fieles en las cosas pequeñas serán fieles en las grandes. Al contrario, aquellos que son deshonestos con lo pequeño también serán deshonestos con lo grande. La fidelidad no es medida por cuánto dinero tienes. Es medida por cuánta confianza le tienes a Dios.

Todo lo que tenemos viene de Dios. Uno de los gozos de la vida es tener recursos que nos han sido dados para administrar para la gloria de Dios, para nuestro bien, y para el beneficio de otros. Cualquier riqueza que tengamos algún día se habrá ido. ¿Con eso en vista, como puedes ser ahora un administrador astuto, generoso, y fiel de lo que Dios te ha confiado? Sé sabio, y urgente, así como el administrador astuto.

Oración: Toma un momento y piensa en todos los recursos que Dios ha puesto bajo tu administración. Y ora, “Padre, gracias por toda buena dádiva que me has dado. Todo lo que tengo viene de ti. Recuérdame que solamente soy el administrador, no el dueño. Dame la sabiduría y la urgencia para ser un fiel y sabio administrador en tu nombre. Mientras lo hago, ayúdame a experimentar el gozo de la generosidad dando a las cosas que te importan a ti. En el nombre de Jesús, Amen.”