[Serie Nada nos separa de su amor] Dios nos ama profundamente Muestra

Jesús nos llama sus hermanos

El día tres terminamos hablando que su labor no solo quedó en perdonarte, darte salvación a futuro, sino que si crees te dio el poder de ser hecho hijo de Dios aquí en la tierra. Jesús se refiere a quienes creyeron, como sus hermanos y hermanas bajo el principio del amor. Esto del amor debe ser algo exponencial. Él nos amó, nosotros debemos amarnos con ese mismo amor. Sin distingos de ningún tipo, porque el amor de Dios no es excluyente. 

El amor de Dios es integrador, al punto que nos pone en un mismo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Cumpliendo diferentes funciones, pero siendo parte de un mismo cuerpo: Cristo. Donde él es la cabeza y todos los demás el cuerpo. Un cuerpo bien concertado y donde todos son necesarios. Su obra en Cristo es tan hermosa y profunda porque provee a cada uno de una función específica, pero también los capacita para llevarlo a cabo. Entrega los dones espirituales, porque es una cuestión de espíritu, no de habilidades humanas. Dones que deben ser usados para el beneficio de los demás. ¡Qué hermosa manera de expresar el amor de Dios incondicionalmente a todos!

¿Cómo puede alguien expresar el amor de Dios si no lo posee? Por eso es necesario ser parte activa de este proceso. La vid y los pámpanos son un gran ejemplo para el lugar donde vivió Jesús, porque era lo cotidiano para ellos. Para otros,  que nunca han visto una vid, no entienden de qué se trata. Ni tampoco saben qué significa «pámpano» (El diccionario lo define como: BOTÁNICA Sarmiento verde, tierno y delgado de una planta, o pimpollo de la vid). El ejemplo del cuerpo está a disposición de todos, pues todo ser humano tiene un cuerpo. 

Hablar de la familia es impactante, pues Jesús lo expresa, con Dios como el Padre, él su Hijo y las personas como sus hermanos. Qué interesante, todas estas explicaciones están encaminadas a explicarnos que le pertenecemos, que él está en nosotros, así como nosotros en el cuerpo de Cristo. Él vino siendo el Unigénito, pero se convirtió en Primogénito de muchos hermanos. Su amor es muy grande y profundo. Ninguno queda fuera de tan grande amor. 

Reflexiona

Su amor es grande y profundo, nadie queda fuera. Jesús no excluye, al contrario, incluyó a todo el mundo en su expresión de amor. Te incluyó a ti.