Soltero, listo para relacionarseMuestra

Después de que Dios le dijera a Adán que necesitaba una esposa, éste comenzó a buscar una compañera adecuada, pero no la encontró. Como he mencionado, el criterio de Dios para encontrar un cónyuge es la idoneidad. Cuando Adán no pudo encontrar a alguien que se ajustara a ese criterio, volvió a Dios. Dios tenía una solución, y definitivamente no era una convencional.

Dios puso a Adán a dormir, en un sueño profundo, de hecho. No hubo más observación, ni búsqueda, solo sueño. Dios tenía una manera muy interesante de trabajar. Imagina que eres Adán y Dios básicamente dice: "¿Estás cansado de buscar? Descansa un poco. Cierra los ojos y duérmete". Ahora, Adán no estaba muerto, solo dormido. El sueño puede parecerse a la muerte desde la distancia, pero la diferencia es que los que están durmiendo están completamente vivos y recargándose para lo que está por venir. Los que están muertos, bueno, se han ido. 

¿Puedo proponer algo? ¿Podría ser que después de una temporada de exploración y búsqueda, y de no encontrar lo que deseas, Dios te esté invitando a dormir en el área de las relaciones románticas? Por dormir me refiero a dejar de buscar, cerrar los ojos, no el corazón. Ponlo en manos de Dios, literalmente, y espera en Él. Cuando Adán se esforzó por encontrar una esposa, no pudo encontrarla. Pero cuando Adán descansó como Dios dijo, mientras él esperaba, Dios estaba trabajando. Tal vez Dios ha estado esperando que tú esperes en Él, para que Él pueda trabajar. Tal vez todo tu trabajo no te ha llevado a ninguna parte. Si estás en ese lugar ahora mismo, te invito a poner la carga de tratar de encontrar a la persona correcta a los pies de Jesús. En lugar de buscar un cónyuge, empieza a buscar el Reino, esperando que Dios añada todas las demás cosas a tu vida.

Cuando Adán se fue a dormir, Dios empezó a trabajar. Dios había terminado con la creación del mundo, ahora era el momento de trabajar en Adán. Todos queremos que Dios intervenga en nuestras relaciones. La mejor manera de hacerlo es entender que Dios trabaja cuando esperamos. Cuando buscamos Su reino, Él nos añade cosas. Si sigues buscando, como Adán, y no encuentras lo que buscas, esto traerá frustración y decepción. Puede hacer que la gente se desespere y se impaciente. Tal vez sea el momento de cambiar algo. Deja que Dios trabaje. Él trabaja a favor de los que esperan; en este caso, los que duermen.