Dios puede restaurar todo (Incluso tu matrimonio)Muestra

Dios restaura lo que está roto

Que Dios diera a Su Hijo es una demostración de un amor perfecto que es parte de Su plan para restaurar y redimir a toda Su creación. A través de la Escritura vemos cómo Dios da vida a lo que está muerto y sana lo que está roto. Él tiene el poder de restaurar todas las cosas, incluyendo tu matrimonio. La restauración es parte de su naturaleza.

En el libro de Génesis leemos acerca de los hermanos de José, cómo lo vendieron para ser esclavo y cómo Dios restauró la situación al poner a José en un puesto importante en el gobierno. José enfrentó diferentes adversidades, pero también reconoció que Dios hizo un camino para salvar a su familia en tiempos de necesidad. José se dio cuenta de que, incluso cuando sus hermanos quisieron hacer algo malvado, ≪Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo≫ (Génesis 50:20). En una hermosa demostración de la gracia, José no sólo perdonó a sus hermanos, sino que también salvó sus vidas y los invitó a su nuevo hogar en Egipto.

El Nuevo Testamento está lleno de historias que son similares, historias de restauración. Cuando Jesús escuchó que Lázaro había muerto, fue a su tumba y le devolvió la vida (Juan 11:1-46). Él también resucitó al hijo de una viuda (Lucas 7:11-17) y a la hija de un hombre llamado Jairo (Lucas 8:49-56).

Sin embargo, el mejor ejemplo de restauración que podemos ver a través de Jesús es su propia resurrección. No sólo derrotó a la muerte física en su caso, sino que también creó un camino para que las personas se reconciliaran con Dios. Ahora podemos seguirlo y tener una relación con Él al unirnos en la misión de restaurar todas las cosas al diseño original de Dios.

Si Dios puede restaurar todo eso, también tiene el poder de restaurar matrimonios rotos, sanar el dolor y dar vida en donde parece imposible. Mientras lees estas historias acerca de la naturaleza restauradora de Dios, llénate de esperanza y alégrate en la realidad de que ese mismo Dios también trabaja en tu vida.