Cómo el evangelio satisface nuestras necesidades más grandesMuestra

Respondiendo a la salvación

Cristo vino del cielo para salvar a la humanidad de su pecado. Él tomó nuestra muerte y a cambio nos dio vida. Ahora podemos responder ante Dios y vivir en esta nueva realidad como nuevas creaciones.

¿Cómo es esa respuesta?

Por una parte, es muy simple. Crees y confiesas que Cristo es el Señor de tu vida, que su muerte y resurrección fueron eventos reales en el tiempo que tuveron efectos cósmicos reales.

Por otra parte, sin embargo, responer al evangelio es increíblemente difícil. Cristo lo compara con su muerte cuando le dice a sus discípulos: ≪Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame≫ (Mateo 16:24).

Es una decisión riesgosa, pero es la mejor decisión que podemos tomar. Cuando rendimos nuestra vida pecaminosa, elegimos nuestra vida redimida que solo se encuentra en Él. Cuando llevamos nuestra cruz, morimos como Jesús para que podamos vivir como Él. Si esto parece imposible o demasiado difícil, recuerda que nos dio Su Espíritu Santo para hacerlo más fácil. Él hace posible lo imposible y nos ayuda cuando no podemos hacerlo por nuestra cuenta.

Jesús nos dice que vino para darnos vida y vida en abundancia (Juan 10:10), y esa vida plena solo es posible cuando nosotros respondemos a la salvación que nos ofrece. Él es el camino, la verdad y la vida, y sólo Él puede cubrir nuestras necesidades más grandes.

Las películas de superhéroes nos intrigan porque sabemos que necesitamos un salvador. Nos encanta vislumbrar el mensaje del evangelio representado en libros o películas, pero la salvación más grandiosa no vino de una persona que usaba una capa. Nuestra salvación nació en un pesebre, vivió una vida sin pecado, murió como un pecador y se levantó otra vez. Dios ingresó a nuestra historia e hizo posible que tuviéramos una vida abundante. Ahora podemos vivir esa vida abundante mientras esperamos el día en que Él regrese y termine Su obra redentora de la humanidad. Nos unimos a Él y Él hace todas las cosas nuevas.

Nuestra respuesta en simple: confiesa y cree en Jesucristo. Busca Su sabiduría y a través de Su Palabra y por medio de la oración, vive la vida abundante que Él ha establecido para ti.