El Reto 30/30Muestra

Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! Salmos 1: 3

¡La estabilidad es algo maravilloso! Hace que una persona tenga paz, sea confiable y productiva. Nos evita estar en una montaña rusa emocional, feliz en un minuto, frustrado al siguiente, basado en las circunstancias que nos rodean. Es reconfortante estar cerca de personas estables, personas que están firmemente arraigadas al amor de Dios. Porque el mundo que nos rodea es siempre cambiante e inestable de muchas maneras.

El Salmo 1: 3 nos muestra cómo encontramos la estabilidad al estudiar la Palabra de Dios. Dice que la persona que sigue los caminos de Dios es " como el árbol plantado a la orilla de un río". Esto significa que la clave para estar estable en el amor de Dios es enfocarte en tu relación con Él en lugar de tratar continuamente hacer que tus circunstancias sean lo que tú quieres que sean. La verdad es que Dios está más interesado en cambiarnos, que en cambiar nuestras circunstancias. Filipenses 4:11 dice que podemos aprender a "estar satisfechos en cualquier situación” sea cual sea nuestra condición. A través de Cristo, podemos llegar al punto en que estemos estables y en paz, sin importar cuál sea nuestra situación.

El Salmo 91: 1 dice: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso.” Este asombroso versículo nos da la promesa de estabilidad a medida que pasamos tiempo en la presencia de Dios.

Practicando lo Aprendido:

Dos de las mejores maneras de estar más plantado firmemente en el amor de Dios son:

• Pasar tiempo con Él, estudiando la Palabra.
• Pasar tiempo con personas que sean buenos ejemplos de paz y estabilidad. 

Si quieres convertirte en una persona más estable mental y emocionalmente, busca pasajes bíblicos que revelen el carácter inmutable de Dios y luego ora para que Él te ayude a desarrollar características más santas. Los Salmos y Proverbios son buenos lugares para comenzar. Y Gálatas 5: 22-23 revela el fruto del Espíritu, que nos ayuda a entender lo que significa ser como Cristo.