Trabajo y TransformaciónMuestra

Hay una gran diferencia entre la mentalidad griega y la mentalidad hebrea, y es precisamente en el enfoque de la mentalidad donde nacen las dificultades para recibir por fe todo lo que Dios ha dispuesto para nuestras vidas. Para el griego lo que tiene sentido es lo que le consta, lo que puede comprobar. El griego llega a la fe a través del conocimiento, la razón. El griego se mueve bajo la premisa de que “no hay que creer sino conocer”. Con el correr de los siglos el legado cultural griego y su mentalidad ayudaron al desarrollo y formación de la cultura occidental, incluyendo a Latinoamérica y el Caribe.

En contraste con el griego, el judío no razona en cuestiones de fe, no busca “conocer para creer”, no pretende sacar conclusiones lógicas; el judeo cristiano cree y punto. En el judeo-cristianismo la fe no es asunto de mente sino cuestión de espíritu. Por tanto, la fe no viene por medio de los sentidos o por realidades físicas, sino por lo que Dios dice. En consecuencia, quien se acerca a la Biblia con mentalidad griega “ver para creer” sufre un choque en el entendimiento, pues el cristianismo se mueve bajo la premisa de “creo para ver”. Por lo anterior, aún en el ámbito laboral, empresarial o de negocios, caminamos bajo la premisa de: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.” 

¿Crees que la premisa “creer para ver” podrá ayudarte a desarrollar de forma más eficiente tu trabajo?

Queremos darte las gracias, querido lector, por completar este plan devocional. Oramos por ti y nuestro deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida.

Para continuar creciendo en tu vida espiritual, te invitamos a conectar con nosotros y acceder a nuestros recursos sin costo alguno, haciendo clic aquí www.conectar.conociendoaDios.net 

Con amor en Cristo,

Pr. Juan Carlos Calle y Equipo Conectar Global.