El reino de DiosMuestra

Los principios correctos 

Tratar con gente es un asunto muy serio porque nos puede matar. Necesitamos aprender a tratar a la gente bajo los principios del reino y no por el marketing gerencial o las técnicas psicológicas de moda. Si tratar con gente es difícil, ¡cuánto más será cuidarlos y alimentarlos! Nuestro contacto con la gente se debe basar en los principios del reino. La intención de Dios es que nos cuidemos unos a otros y nos olvidemos de nosotros mismos. Para ello debemos renunciar a la costumbre de juzgar. Mateo nos presenta un claro ejemplo de este juicio religioso con Mateo el publicano.

Agentes de restauración 

En el reino se establece que si vamos a tratar con gente, no debemos actuar como jueces sino como médicos. Donde hay médicos habrá gente. La gente no quiere estar en los tribunales o con los jueces. Si queremos expandir el reino, necesitamos deshacernos del juez que llevamos por dentro. Ahora mismo debemos tomar autoridad sobre el juez que llevamos por dentro y declararnos médicos del reino. Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. También dice: Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Más adelante dice: … porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Pablo advierte que mientras juzgamos a la gente, no deberíamos olvidar que nosotros seremos juzgados en el bema (el tribunal de Cristo). Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo…

Para edificar la iglesia se necesita operar en la nueva naturaleza del reino. Entendiendo que debemos valorar a los demás, que cada uno es importante para Dios y que se requiere cambiar la mentalidad individualista donde solo importa lo que beneficia a cada uno, y pensar en la necesidad de los demás. Reino es más allá que la necesidad personal. Reino va a la edificación del prójimo. Dios nos constituyó en agentes de regeneración. Necesitamos interesarnos intencionalmente en el bienestar material y crecimiento espiritual de los demás. Soportándonos unos a otros, edificándonos unos a otros, agradándonos unos a otros. 

¿Estás listo para manifestar la nueva naturaleza del reino?