[Hacer la diferencia] Comer con la diversidadMuestra

Los que hacen la diferencia comparten el corazón de Dios

Estás en la casa de Mateo. La mesa de la cena está justo allí. ¿Dónde te sentarás? ¿En qué grupo estás? ¿Estás sentado con los discípulos, en el grupo de Jesús? ¿Estás en el grupo de pecadores y recaudadores de impuestos? ¿Estás afuera, eres uno de los fariseos? ¿Estás caminando con Dios, ministrando con él y sus seguidores, o eres un ministro para ellos?

¿Qué grupo es el círculo íntimo de Jesús? No son los pecadores y los recaudadores de impuestos, ni los fariseos, sino los discípulos. Jesús caminó en completa obediencia a su Padre. Su círculo íntimo compartió su deseo de caminar en la voluntad de Dios. Si eres joven, en la vida o en la fe, presta atención: tu círculo íntimo debe ser gente que comparta el mismo corazón por Jesús. Elige a tus amigos con mucho cuidado. Con quién salgas el viernes por la noche afectará, de muchas maneras, cómo vives el resto de tu vida.

Los que hacen la diferencia cenan con la diversidad, pero hablan con claridad. A veces nos confundimos. Nos decimos: «Jesús comió con los recaudadores de impuestos y los pecadores», por lo que decidimos hacer lo mismo. Sin embargo, es importante tener un círculo íntimo de amigos que puedan desafiar y alentar a perseguir el corazón de Dios. Un corazón nublado trae una mente nublada; un corazón claro trae una mente clara. ¿Tus amigos te permiten ministrar o te confunden hasta el punto en que te vuelves como ellos y ya ni siquiera sabes qué es la claridad? Muchos que cenan con la diversidad pueden dejar de hablar con claridad.

Otros son como los fariseos. Pueden hablar con claridad, pero nunca cenar con la diversidad porque se vuelven críticos. No quieren estar cerca de «esas personas». Mientras más tiempo camines con Dios, más difícil será cenar con la diversidad, porque comienzas a tener muchos más amigos cristianos.

En el cristianismo necesitas juntar las dos cosas: cuando cenas con la diversidad y hablas con claridad. Entonces, almuerza con todos los que tengas amistad y pasa con la gente el tiempo que te sea posible, pero mantente cerca de Jesús. Si cenas con la diversidad, ¿puedes hablar con claridad? Si hablas con claridad, ¿sigues cenando con la diversidad o te excluyes?

Oremos 

Jesús, ayúdame a cenar con la diversidad, a hablar con claridad y ser de aquellos que comparten tu corazón.