[Hacer la diferencia] Comer con la diversidadMuestra
Los que hacen la diferencia se preocupan más por lo que Dios piensa
A los que hacen la diferencia les importa lo que Dios piensa. Les importa más lo que Dios piensa, que lo que piensa la gente.
Los fariseos que observaban a Jesús pensaban que estaba haciendo algo incorrecto. Se llevaron a los discípulos a un lado para interrogarlos. Pero, cuando Jesús los escuchó, les dijo a los fariseos: «Miren, los que están bien no necesitan un médico. Los enfermos son los que necesitan un médico». A Jesús no le importaba que a los fariseos no les gustara ver que estaba cenando con recaudadores de impuestos y pecadores. Le importaba más hacer la voluntad de Dios, que parecer santo y justo delante de los fariseos.
Puede ser difícil decirle a los demás que no te importa lo que ellos piensan. En realidad, sí nos importa y esto es apropiado hasta cierto nivel. Si no te importa lo que piense la gente, ¿adivina qué? Noticia de última hora: no le importas a nadie. Si no te importa lo que piensen los demás, entonces no le gustas a nadie, porque en realidad nunca has sido gentil, nunca te has sacrificado, nunca has sido amable. Debes preocuparte por lo que piense la gente hasta cierto punto, pero no hasta el punto en que otros se conviertan en tu dios.
Los mandamientos están en el orden correcto: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente», y luego, «Ama a tu prójimo como a ti mismo». No inviertas el orden. Mantén la mentalidad de quienes hacen la diferencia: no les importa lo que piensan los fariseos, se preocupan más por lo que Dios piensa que por lo que piensa la gente, pero se preocupan lo suficiente como para amar y cuidar a los demás.
¿Interesarnos por los pecadores significa que dañaremos nuestro testimonio? ¿Significa que comenzamos a vender drogas para tratar de llegar a los traficantes de drogas? ¡No! Los que hacen la diferencia, se preocupan por lo que Dios piensa. Comparten el corazón de Dios por los pecadores. Cenan con la diversidad mientras hablan con claridad. Recuerda lo que hizo Jesús: se acercó a un recaudador de impuestos de tal manera, que Mateo se convirtió en discípulo. Jesús fue claro. No condenó ni toleró. Jesús estaba seguro en su identidad y propósito. Él sabía y declaró que había venido a buscar y salvar a los perdidos.
Oremos
Dios, ayúdame a priorizar tus deseos sobre mi necesidad de ser querido por los demás. Ayúdame a mantener la mentalidad de uno que hace la diferencia.
Escrituras
Acerca de este Plan
Jesús cenó en la diversidad, pero no comprometió su caminar con Dios. Habló con claridad, sin tolerar el pecado ni condenar al pecador. Su ejemplo conmocionó a los fariseos y transformó a un recaudador de impuestos. Haz la diferencia. Amplía tu impacto a través de una relación profunda con Dios. Esta serie te desafiará a salir de tu zona de confort, relacionarte con otros y compartir el amor de Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.houstonsfirst.org