[Hacer la diferencia] CosechaMuestra

Jesús, nuestro líder 

Movido por la compasión a las multitudes, Jesús dice que están cansados ​​y agotados, son ovejas sin pastor. Las personas sin un líder no conocen su propósito. No saben a dónde van, qué hacer o qué decidir.

Si no tiene dirección, vagará por campos donde no debe ir. Es por eso que pedimos, en la oración del Señor, que él perdone nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Hemos entrado en el campo equivocado. Hemos comenzado a deleitarnos con lo que no era nuestro. Hemos traspasado una línea fronteriza.

Jesús dijo que las multitudes eran ovejas sin pastor. No tenían un líder. Dio un paso adelante, como el Mesías, para decir que era su líder. No fue elegido por los saduceos o los fariseos, sino por Dios, el Padre.

Dios establece el gobierno, la iglesia y el hogar. Establece autoridades y establece leyes. Debemos respetar a los líderes con autoridad en nuestra sociedad. Debemos honrarlos, apoyarlos y orar por ellos. Cuando se acerca una elección, ya sea para elegir al alcalde o al presidente, debemos decidir qué tipo de personas queremos elegir. ¿Será un líder con algunas buenas ideas, o un líder que también sigue a Jesús?

Dios es el líder Supremo, pero lo que hemos hecho en nuestra sociedad, es eliminar a Dios como líder. Estamos en caos porque no sabemos quién nos seguía. Pero Dios no será burlado: cosechamos lo que sembramos. Estar sin líder es igual a estar sin propósito. Como consecuencia, tenemos este caos y confusión. Tenemos problemas raciales, problemas morales, problemas de seguridad y de todo tipo. Pero cuando te enamoras de Jesús, te das cuenta de que el color de tu piel no importa. ¡Puedes ser negro, marrón, blanco o incluso azul o morado! No importa, lo que importa es el alma y lo que Dios hace para cambiarlo. Dios no mira el exterior, él mira el corazón. Si quieres aliviar la tensión racial, mira a Jesús.

Permanecer sin líder es igual que estar sin propósito. Los que hacen la diferencia tienen un líder. Tienen un propósito. Para marcar la diferencia, asegúrate de seguir a Jesús.

Oremos 

Dios, ayúdame a seguirte.