El NarradorMuestra

La alabanza puede verse de muchas maneras diferentes. Muchas veces pensamos que alabar a Dios se trata sólo de canciones o música, pero la realidad es que podemos alabar a Dios todos los días a través de la forma en que vivimos nuestras vidas. Este versículo nos da un gran punto de partida: aceptar a otras personas. ¡Eso es todo! Aceptarnos unos a otros de la manera en que Cristo nos aceptó a todos. Cuando amamos, aceptamos y acogemos a otras personas, a todas las personas, estamos alabando al Dios que las creó. 

¿Hay alguien en tu vida que te haya costado aceptar o acoger? ¿Alguien que conoces podría necesitar a un amigo? Esta semana, haz un esfuerzo para conocer a esa persona. Recuerda que esa es otra manera de alabar a Dios.