Manual de CitasMuestra

¿Alguna vez has tomado una siesta tan buena que cuando despertaste no sabías qué día era o dónde estabas? Las buenas siestas tienen una manera de hacer que todo se sienta mejor, ¿no?

Bueno, ¿alguna vez has pensado en Dios haciendo por ti lo que un buen par de horas de descanso puede hacer por ti? El salmista en este versículo habla de Dios como alguien que refresca nuestras almas. Imagínate si comenzaras a ver a Dios de una manera que te refresque, te aliene y te dé vida. ¿Qué pasaría si vieras a Dios como Aquel en quien podrías encontrar tu descanso, satisfacción y propósito? ¿El que finalmente podría guiarte por un camino de paz? 

Hoy, cuando algo en tu vida se sienta abrumador, llévaselo a Dios. Ora por lo que te está molestando. Respira profundamente. Tal vez incluso repite el versículo anterior una y otra vez. Permítete refrescarte y descansar en la presencia de Dios.