[Sanidad] La Conexión Entre La Mente Y El CuerpoMuestra
La buena medicina
La mejor manera de que el alma prospere es a través del amor de Dios. Necesitamos ser impregnados de su amor, un amor que es amable, que perdona, que espera todas las cosas, y nuca falla. Smiley Blanton, siquiatra y sicoanalista americano, dice en unos de sus libros que el hombre sin amor es probable que muera de una diversidad de enfermedades de la mente y el cuerpo. El Dr. Alfred Adler escribió: «Es el individuo que no está interesado en sus compañeros quien tiene más dificultades en la vida, y quien más daño hace a los demás». Y podríamos agregar, también a sí mismo. Leemos en la Biblia que el amor es el mandamiento más grande y más importante: ama a Dios con todo tu corazón, alma y mente, y ama a tu prójimo (Mateo 22:37–39).
Para quitar las emociones malas de nuestras vidas y encender el amor de Dios dentro nuestro, necesitamos obedecer diariamente la sabiduría que encontramos en la Biblia. No podemos eliminar las emociones equivocadas como el enojo, la raíz de amargura, la envidia, el resentimiento, todas las emociones que están en contra de alguien que nos lastimó, traicionó, o dijo algo que no era cierto, solo con voluntad. Nuestra voluntad no tiene control sobre nuestras emociones. No podemos sacar el miedo de nuestras vidas solo con nuestra voluntad.
Nuestra voluntad no controla nuestras emociones, pero si tiene control completo de nuestras acciones, y nuestras acciones cambian nuestras emociones. Jesús nos enseña a amar a nuestros enemigos, a bendecir a quienes nos maldicen, hacer el bien y orar. Nos manda a actuar en contra de las cosas que generan emociones malas en nosotros, diciendo: «ama, bendice, haz el bien, y ora». Todo esto requiere acción, y la acción cambia nuestras emociones.
No amamos en palabra; necesitamos amar en acciones (1 Juan 3:18). Amar, bendecir, hacer el bien, y orar. Cuando nos involucramos en estas buenas acciones, las emociones malas comienzan a desaparecer. Una acción puede cambiar nuestras emociones hacia los demás, y hacia la vida. Podemos aprender a vivir una vida feliz. Podemos aprender a ser felices.
La ciencia médica ha confirmado que cuando estamos felices, un estado mental enfocado en pensamientos buenos y placenteros, nos desempeñamos mejor y nos sentimos mejor. Las personas que practican pensar pensamientos placenteros y positivos, pueden ver, oler, degustar y escuchar mejor. La felicidad mejora el funcionamiento de todos nuestros órganos internos. El Rey Salomón dijo que un corazón alegre es bueno como la medicina (Proverbios 17:22). La buena medicina es reír, relajarnos, ser felices, no preocuparnos, y disfrutar de las personas. Eso es una conexión de la mente con el cuerpo.
En la Biblia se nos enseña a recibir la comida con acción de gracias y oración. ¿Por qué crees que es eso? Es porque de esa manera, los jugos digestivos en nuestros estómagos trabajan mejor. Dios quiere estemos sanos, y para estar sanos necesitamos ser felices. La felicidad no está en nuestro futuro, un día cuando paguemos todas nuestras deudas, cuando tengamos todo lo que necesitamos. La felicidad está en nuestro presente: es ahora. Podemos ser felices ahora. Es un hábito mental, una actitud mental. Si no la practicamos en el presente, nunca la podremos experimentar. Hay tanto por lo que podemos estar agradecidos. El agradecimiento produce felicidad, lo que estimula la salud. Se la persona que Dios te creó para ser. ¡Llénate de emoción, entusiasmo y alegría!
Para mas información, por favor visita: https://www.robcarman.com
Acerca de este Plan
Nuestros pensamientos tienen un gran impacto en nuestra salud. En este devocional de tres días, vamos a combinar tres ámbitos muy importantes: la ciencia, la Biblia y la experiencia personal, para probar que todo lo que permitamos entrar y habitar en nuestros pensamientos, afectará nuestros cuerpos.
More
Nos gustaría agradecer a Rob Carman por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://412leadershipschool.com/ |