La plenitud de CristoMuestra
La fe del Hijo
La fe del Hijo es la que agrada a Dios, es la que Dios valida. Porque tu fe natural no agrada a Dios. Tu fe envuelta con dudas, temores, sentimientos, con formas de pensar de este cosmos, la fe de los padres, de los antepasados, en las tradiciones, se trata más de supersticiones y misticismo. La fe del Hijo es una fe perfecta, consumada, validada por Dios. Por eso la fe del Hijo es el autor y consumador de la fe de él, por eso sin esa fe es imposible agradar a Dios.
Cristo nos da su vida, nos da su mente y nos da su fe. Ya no vivo yo, Cristo vive en mí y lo vivo en la fe del Hijo. Por eso la mente de Cristo te lleva a entender la fe del Hijo. Él es el autor de la fe. Fe consumada. El creyente que no entiende la fe consumada está pidiendo a Dios que haga lo que Dios ya hizo. Espera que Dios lo bendiga cuando ya lo bendijo. Todavía dice: ¡Diablo mentiroso te reclamo las promesas de Dios que son mías! Eso es ignorancia. ¿Cómo el diablo puede tener alguna promesa tuya? ¿Qué tienes que arrebatarle a él? Si ya Dios te lo dio todo, dice que todas las cosas que pertenecen a la vida nos han sido dadas, y tú se las pides al diablo, porque no entiendes.
La fe que ignora esclaviza; la fe que sabe, libera. Por eso Jesús dijo: «Conoceréis la verdad y viviréis plenamente libres». Pablo dice: «Digo pues, andad en la libertad por la que Cristo nos hizo libres». No dice que nos va a hacer libres. Muchos creyentes, por no entender, dicen al pastor que les dé liberación porque creen que hay maldición generacional que los persigue, porque su abuelo fue pobre, su padre fue pobre y él es pobre. Creen que hay maldiciones de sus antepasados de pobreza, una raíz generacional que no los deja avanzar. Dicen que son creyentes y que son una nueva criatura en Cristo, pero creen que necesitan liberación porque hay algo que les roba la bendición. La Escritura dice que Cristo nos liberó y nos redimió de toda maldición para que heredásemos bendición. Al que Dios ha bendecido, ¿quién puede maldecir? Ni tu abuelo, ni tu tatarabuelo ni ningún brujo puede revocar la bendición que Dios ya te ha dado.
Para reflexionar
¿Para quién es la liberación? Para los cautivos. La liberación es para los cautivos, la libertad es para los hijos. Tú no necesitas liberación, necesitas conocer la libertad con que Cristo te hizo libre, por eso necesitas la mente de Cristo. Por la fe del Hijo, entendemos; la fe de Cristo no siente, entiende.
Acerca de este Plan
Pablo dijo, para mí el vivir es Cristo. Cristo no es solo un tema en las canciones. Cristo no solo se recuerda el domingo en la congregación. Pablo dice que Cristo es la vida, que Cristo es su vivir. Él no lo tiene como una posibilidad ni como una prioridad, lo tiene como su todo. Por eso, Cristo no es la prioridad en tu vida, Cristo es tu vida.
More
Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/