Las abundantes riquezas del reinoMuestra

Es un asunto de congruencia y de amor

¿Cómo estás manifestando la riqueza espiritual? ¿Cómo vas en tu riqueza intelectual? ¿Cómo vas en tu riqueza emocional? ¿Ya no te ofende nada ni dependes de la aprobación de nadie? ¿Cómo vas en la riqueza familiar, donde toda la familia trabaja en conjunto por un propósito eterno? ¿Cómo estás en tu asignación? ¿Estás creciendo en esa asignación, estás estancado o vas como el cangrejo? ¿Cómo va esa riqueza financiera?

Todos estos ámbitos de riqueza se tienen que manifestar, porque tenemos derecho a ella. ¡Por gracia entramos a este sistema! Pero la iglesia no ha despertado a su realidad por la dieta, por su alimentación que no la ha despertado, porque no se le ha enseñado a vivir como nueva creación. Sino que se le ha enseñado a vivir como hermanos cristianos y muchos con esa mentalidad rechazan el concepto de la riqueza. 

Este es un asunto de congruencia y de amor. Es frecuente encontrar que quienes más se oponen que se hable de la expresión de la riqueza financiera, es quien ya tiene casa, carro, trabajo, familia estable, finanzas abundantes, pero solamente la quieren para ellos, pero no la quieren para los demás. Este es un asunto de congruencia.

¿Acaso hay alguien que le pida a Dios que no venda nada en el negocio? ¿Te molesta que se hable de libertad financiera, porque quieres ser el único que disfrute de las abundancias de las riquezas del reino? Pero en este reino no será como el sistema del mundo. En este reino todos debemos acceder a esas enormes riquezas que por gracia se nos han sido concedidas. Por eso, insisto, es un asunto de congruencia y de amor. 

La riqueza proviene de lo que se va a jugar en la vida. Todos en algún momento de la vida deben definir en qué creen. La realidad de la nueva creación incomoda a la antigua creación. Incomoda a aquellos modelos donde Cristo no es el centro de todo, sino el hombre. Por eso Pablo escribe a los colosenses, que sean consolados y unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas en pleno entendimiento a fin de conocer a Cristo, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. 

Ante esta revelación, Pablo advierte en Hechos, que tengan cuidado porque van a venir algunos que los van a edificar incorrectamente, los van a sacar de una edificación basada en la gracia y en el pacto que expresa esta gracia.