30 días de salud emocionalMuestra

 Seguramente no puede amarme ahora. Esta vez fracasé demasiado.

En el pasado mis pensamientos limitaron el amor de Dios compatible a la capacidad humana. Creía que Su amor era imperfecto como lo que había experimentado en las relaciones humanas. He visto el amor traicionado, decepcionado, desvanecido con el tiempo, pero estoy aprendiendo que el amor de Dios es diferente.

Cuanto más leo mi Biblia, más estoy enraizado en el hecho de que el amor de Cristo es inconmensurable e incomprensible. Nuestras mentes no pueden comprender la grandeza de su afecto y seguridad hacia cada uno de nosotros. No se disminuye por nuestras malas decisiones o por nuestra negligencia. Incluso cuando nos alejamos, su amor permanece inmóvil.

Los versículos de hoy, que se encuentran en el tercer capítulo de Efesios, sugieren que requerimos poder para captar el amor interminable de Cristo. Pero cuando estamos arraigados en el amor de Dios, cuando se trata de nuestra identidad más profunda, comenzamos a comprender y desempacar su firmeza. Cambia la forma en que nos vemos a nosotros mismos y nuestras circunstancias cuando creemos que Dios nunca se nos irá, abandonará, abusara, manipulara o ignorará como lo hace la gente. En su lugar, Él nos perseguirá, nos cubrirá y nos protegerá sin fin.

Entonces, cuando te sientas inamovible, indigno o inseguro, recuerda que no puedes dejar atrás el gran afecto de Dios por ti. Que tengas el poder de comprender la plenitud de Su amor para que puedas vivir una vida con confianza y gozo.

~ Andrea Chatelain