[El Camino A La Renovación] RestauraciónMuestra

Arrepentimiento

Hay muchas historias en la Biblia donde vemos personas pasando de la destrucción a la restauración. Y lo que conecta a esas dos cosas es el «arrepentimiento». Nunca puede haber restauración sin arrepentimiento. Y nunca puede haber arrepentimiento sin buscar a Dios. 

Miremos la historia de David en las Escrituras. David era el rey de Israel, uno de los reyes más grandes de la historia. Dios lo había hecho un campeón. Miles de personas en su reino lo seguían hacia la victoria. Sin embargo, un día, él decide no ir al campo de batalla para quedarse en su casa, decide dejar de avanzar. Allí él se abre a la posibilidad de ser tentado por el enemigo. Cuando perdemos la capacidad y la intensidad de avanzar, ya estamos retrocediendo. La mejor defensa espiritual que tenemos, es una buena ofensiva. 

¿Cómo podemos vencer a un pecado con el que estamos luchando? Necesitamos arrepentirnos, deshacernos de él, dejarlo a los pies de la cruz, e involucrarnos en el ministerio y el trabajo de Jesús. Necesitamos comenzar a ser agresivos acerca de hacer algo por Dios y cuando estamos en la ofensiva, tenemos una buena defensa. David se fue de la ofensiva, y no era lo suficientemente fuerte para jugar en la defensiva. El día en que decidió quedarse en casa, es el día en que ve y codicia a la mujer desnuda, que era su vecina. Envía a sus siervos por ella, duerme con ella, la deja embarazada y luego manda a su esposo a morir en el frente de batalla. Hizo todo esto pensando que nadie jamás se enteraría. 

Muchas veces nos olvidamos de que Dios está mirando cada cosa que hacemos. Eso es lo que le pasó a David. Sin embargo, había un hombre llamado Natán, a quien Dios le habló acerca de lo que David había hecho. Así es que él se acerca a David y lo confronta. David se da cuenta que no hay nada que pueda esconder de Dios y se arrepiente frente a Dios. Dios escucha las oraciones y los ruegos de David, y aunque hay resultados por sus pecados, el Señor le dice a Natán que el hijo de David iba a morir, lo perdona y lo restaura. Luego de la muerte de su hijo, el Señor le da otro hijo llamado Salomón, quien sería el sucesor de David en el trono de Israel. 

El arrepentimiento es confesar nuestros pecados y apartarnos de ellos. No es algo de una sola vez, son muchas veces, continua en nuestras vidas mientras caminamos en humildad y arrepentimiento. Es solo a través del arrepentimiento que Dios puede traer restauración a nuestras vidas.