Por todo vino Dios Muestra

Lucas 23: 26-43 - Los dos ladrones

La cruz es un símbolo que las personas, en todos los ámbitos de la vida, miran con asombro y reverencia. Fue un destino brutal para Jesús y, aunque fue un instrumento de su asesinato, Él sabía que con el sacrificio haría posible dar vida eterna a todos.

Veamos que, a diferencia de Jesús, los dos criminales a cada lado de Él, que fueron condenados a morir, en realidad, cometieron crímenes. Aunque nuestro Salvador fue sentenciado erróneamente, su misión era ofrecerse en un trato disparejo: su muerte y resurrección por nuestros pecado.

La parte más hermosa de esta historia es que Jesús usó Sus últimos respiros para perdonar a este criminal e invitarlo a la vida eterna. Mientras uno de los delincuentes lanzaba insultos a Jesús burlándose de Él por no poder salvarse ni a sí mismo, el otro criminal le suplicó a Jesús con una simple petición: "Acuérdate de mí cuando entres en tu reino". Jesús respondió: "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".

Jesús sintió un dolor insoportable: espinas perforando su cabeza y heridas severas; e hizo todo esto por ti. ¡Su sacrificio fue hecho por ti! Y no olvides la parte más importante... ¡Su resurrección también fue regalada a ti! No aceptamos el amor de un Jesús que todavía está colgado en postes de madera manchado con Su sangre, ¡aceptamos el amor de un Dios vivo! Miramos a la cruz como un símbolo que nos recuerda lo que nuestro Rey conquistó para cada uno de nosotros.

Versículo 3:

Toda la humanidad

Estuvo en tu corazón

en tu sacrificio

Cada gota que cayó

De sangre y dolor

Nos dió tu perdón

Oración:

Gracias Jesús por tu sufrimiento, gracias por asumir la muerte a cambio del perdón de los pecados. Ayúdame a recordar que Tu sacrificio fue por cada persona y haz que crezca mi corazón para amar a los demás como Tú los amas. Estoy agradecido de caminar en Tu gracia y ser perdonado por mis errores. Con gratitud, oro todas estas cosas en el nombre de Jesús. Amén.

Josh Miller