Los silencios de DiosMuestra
¿Se comporta Dios como un genio o una mascota?
En esos momentos en que acudimos con gran intensidad e intencionalidad, en súplica y clamor a Dios, en ferviente oración, queremos que Él nos hable inequívocamente, que se manifieste con premura, que nos dé una respuesta o explicación expedita a nuestros interrogantes y necesidades en los términos solicitados. Esa actitud se ilustra en la oración del salmista.
Es como si quisiéramos apurar a Dios, e imprimirle celeridad y movimiento a Él; pero Dios, en ocasiones, en apariencia, luce impasible, insensible y desentendido de nuestras necesidades.
Y es que Él no está obligado a satisfacer nuestras demandas, ni a cumplir con nuestros tiempos y requerimientos. Necesitamos entender que Dios no es un genio mágico o una mascota que hace su gracia o concede el deseo cuando su amo se lo demanda. Dios no actúa según nuestros caprichos, o agendas personales. Dios no es una posesión particular, un solucionador de problemas, o un consuelo instantáneo en tiempos de necesidad.
Dios es el Creador del universo, el Dueño y Señor Soberano de todo lo que existe. Él tiene su propia agenda y tiempos, sus propios planes para nosotros. ¡Y qué bueno que es así! Porque Dios, que es perfecto, sabe que es lo que más nos conviene.
Dios tiene su propio tiempo y método de revelarse a las personas. Dios es soberano, y tiene un conocimiento total e infinito (Él es omnisciente) de nuestras necesidades, circunstancias y motivaciones; un conocimiento mucho más profundo que nuestro conocimiento y perspectiva limitada. De modo que Él hace su aparición en su tiempo perfecto, y según su sabiduría infinita. Dios hace las cosas a su manera y en su tiempo.
En muchas ocasiones buscamos a Dios con la motivación y en la forma incorrecta. Por eso Dios “se esconde”, hasta que le buscamos con la actitud adecuada. Y es que Dios quiere más de nuestros encuentros con Él. Quiere relación y comunión, más que una simple transacción. El anhela nuestra adoración, nuestro deseo de compañerismo con Él. Quiere entronarse en nuestro corazón, no tan sólo que le utilicemos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios en ocasiones hace silencio ante nuestras oraciones. Pero eso no quiere decir que no nos escucha. Dos habla a través del silencio.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/