[Serie ¿A quién alcanzarás?] ValiosoMuestra
Dones pequeños en las manos de un Dios grande
El Nuevo Testamento menciona a Andrés alrededor de nueve veces. No llamó la atención sobre sí mismo, pero no tendríamos a Pedro caminando sobre el agua o predicando a las multitudes en Pentecostés si no fuera por Andrés. A lo largo de la historia de la iglesia, encontramos gente como Andrés, gente cuya vida puede parecer "pequeña" pero cuyo servicio, en las manos de un gran Dios, fue grandioso.
¿Has oído hablar de Edward Kimbell? Este profesor de Escuela Dominical se despertó un día y sintió que tenía que compartir el evangelio con un hombre que trabajaba en una zapatería. Estaba nervioso; no sabía si a ese hombre, D. L. Moody, le importaría lo que tenía que decir. Sin embargo, Kimbell sintió que Dios lo guiaba, así que obedeció.
Kimbell escribió más tarde: "Después de orar..., me dispuse a visitar a D. L. Moody en la tienda de botas. Estaba decidido a hablarle de Cristo y de su alma... Cuando ya casi estaba allí, empecé a preguntarme si debía entrar... Pensé que mi llamada podría avergonzar al chico, y que cuando me fuera, los otros empleados se burlarían de él... Pero decidí hacerlo y acabar de una vez. Lo encontré en la parte de atrás del edificio, envolviendo zapatos... Poniendo mi mano en su hombro, hice lo que después sentí como una muy débil súplica por Cristo... Simplemente le hablé del amor de Cristo por él, y del amor que Cristo quería a cambio... Allí, en la parte de atrás de esa tienda en Boston, D. L. Moody se entregó a sí mismo y su vida a Cristo."
D. L. Moody llevó a miles a Cristo porque un día, el Sr. Kimbell obedeció al Espíritu Santo. Consideramos que nuestras acciones son pequeñas e insignificantes, pero en las manos de un gran Dios, pueden tener un impacto masivo.
¿Qué puede hacer Dios cuando ponemos nuestros "pequeños" dones en Sus manos? Pasamos nuestras vidas dando excusas o diciéndonos a nosotros mismos que nuestras acciones no tendrán un gran impacto en los demás. ¡Confía en Dios! Escucha la voz del Espíritu Santo; lo que puede parecerte insignificante, en manos de Dios, puede tener un impacto extraordinario. ¿Quién es esa alma que Dios ha puesto en tu corazón? ¿A quién alcanzarás?
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Alguna vez has dudado o cuestionado el impacto de tu servicio a Dios? Andrés, el hermano de Simón Pedro, no es conocido por caminar sobre el agua; sin embargo, sus acciones, por pequeñas o insignificantes que parezcan, tuvieron gran valor ante Dios. Andrés comprendió el valor de un alma, del servicio fiel y de cómo las pequeñas cosas pueden llegar a ser grandes en las manos de un Dios Todopoderoso.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org/