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Pantalones rotos y tatuajesMuestra

Pantalones rotos y tatuajes

DÍA 1 DE 3

1er Acto

Debiste ver mi cara la primera vez que vi a alguien predicando con un pantalón roto y ajustado y, encima de eso, con un tatuaje gigantón en el brazo.

2do Acto.

Seguía sin entender cómo alguien vestido así podía darse el lujo de predicar, y no entendía, aun más, cómo es que Dios lo estaba usando de gran manera.

3er Acto.

Se llegó el desenlace de la prédica y yo estaba a moco tendido, no sabía lo que había pasado, pero ese tipo había estado con Dios.

Yo nunca había visto a alguien predicar así, puesto que yo toda la vida me crié en iglesias súper tradicionales donde, si no llevabas camisa manga larga y corbata, el outfit cristiano perfecto, no te dejaban servir, y mucho menos predicar. 

Recuerdo los años en que estábamos pasando un desierto económico en mi familia y eso no me permitía comprar camisas formales. Así que siempre me veías con mi camisa morada y celeste, parecía ya un retrato.

Vestías de esa forma, no por temor a Dios, sino por temor a que al pastor no le diera un ataque (y ni hablar de las miradas de algunas hermanitas al verte mal por el hecho de que no te dejaran servir o predicar). Así que preferías no provocar un ataque al corazón del pastor.

De ahí provengo.

Por esa razón, yo estaba impactado por alguien que no tenía miedo al que diría el pastor. No te miento, mi mente cuadrada de aquel tiempo saltaba con pensamientos como: “Acaso no respeta el altar sagrado” o “Acaso no sabe que a Dios se le sirve formalmente”.

No me critiquen, ese era yo antes de saber que no importaba qué zapatos, qué marca de camisa o qué tan flojo o ajustado era tu pantalón.

Hay algo mas importante que marca la diferencia entre muchos: el corazón. Se trata de la motivación, de si se está en la dirección correcta, porque conozco muchos que se visten y hablan igual que otros para verse bien. 

Y te digo: imitadores hay muchísimos, pero auténticos muy pocos. Una generación de auténticos se esta levantando, unos con jeans rotos y otros con trajes, pero con la misma visión. La visión de ir por los perdidos, de amar al que nadie quiere amar, de cubrir al desprotegido y, en pocas palabras, de ensuciarse las manos con lo que nadie quiere hacer.

Día 2

Acerca de este Plan

Pantalones rotos y tatuajes

¡Una generación distinta se levanta! Una iglesia renovada que prefiere amar las generaciones antes que cualquier tradición se esta levantando. Nos encontramos en un gran momento donde hay una generación distinta, una generación que esta loca y apasionada por Jesús, que se esta levantando y está empezando a creerle a Dios y a hacer cosas que, tiempo atrás, eran impensables.

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Nos gustaría agradecer a Conexión Directa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.instagram.com/josemoralessm