Pantalones rotos y tatuajesMuestra

¡Empezaré siendo fuerte! La iglesia que sobreviva será la iglesia que ame más a las generaciones que a las tradiciones. Una iglesia no sobrevivirá si tiene buenas luces o buen sonido porque, ¿de qué sirve tener todo esto si no sabes amar como Jesús nos envió a hacerlo?

¡Hay miles de iglesias así! En mi país hay iglesias en cada esquina, de todas las denominaciones y tamaños, pero ninguna relevante, muy pocas. Iglesias llenas de tradiciones, sin sentido y sin fundamento bíblico. Iglesias que están perdiendo a una generación completa por no descuidar ni dañar a la anterior. Iglesias que prefieren cuidar quién entra a las reuniones para que no entre un tatuado y dañe a la congregación, dicen algunos.

Muchas ya desaparecieron, solo que no lo saben. Dejaron de salvar almas, dejaron de amar al pecador. Una iglesia que no hace lo que Jesús mando hacer desaparece por si sola, aunque esté abierta, siempre verás a los mismos y nunca entrará alguien más. Este tipo de iglesias se convierten en sectas.

Tradiciones sin sentido están demoliendo a la iglesia como tal, pues te piden que no te tatúes porque es abominación delante de Jehová, cuando muchos de ellos descuidan su interior y están podridos, aunque por fuera se vean bien.

Hay un problema mayor, no me interesa si mis jóvenes se tatúan. Me interesa su alma, cómo están ellos en su interior, me interesa saber si tienen el corazón de Dios. Si se quiere tatuar o perforar no me incumbe, sin embargo, siempre me interesará su corazón.

Vivimos una época crucial para mi generación. Tengo 23 años y estoy viendo cómo algunos jóvenes ya no ven a la iglesia como una opción. He sido un espectador, durante muchos años, de cómo nuestros jóvenes se iban de nuestras iglesias porque no los entendían. Los tildaban de mundanos o pecadores y a otros les ponían sobrenombres como “El Tatuado” o “El Borracho”. En realidad, ellos solo querían un lugar dónde sentirse amados.

¡Una iglesia relevante es aquella que elimina una tradición para alcanzar a una generación! Esta frase está como para twittearla [Jejeje]. 

Es el momento de que hagas una autoevaluación y, a la vez, una autocrítica.
Mira si tu método de hacer iglesia ha servido: ¿A cuántos has alcanzado?, ¿tu iglesia ha crecido? Si tu respuesta es "No" a las preguntas dos, deberías deshacerte del método que has utilizado, porque nosotros los cristianos somo expertos en seguir utilizando las mismas formas, aunque sepamos que no nos sirven.

¡Es hora de vivir un avivamiento a puertas abiertas!