Cómo lidiar con el sufrimientoMuestra

Vivimos en un mundo pecaminoso

¿Te has preguntado alguna vez: «¿Por qué Dios permite que yo sufra?» Tal vez te encuentres en una época de sufrimiento y te preguntes por qué Dios, quien tanto te ama, te permite experimentar tanta dificultad o dolor.

En primer lugar, debes comprender que la Palabra de Dios nos habla de hombres y mujeres que sufrieron en el pasado. Job es un ejemplo perfecto de un hombre que amó y adoró a Dios, pero que pasó por una prueba dolorosa en su vida. No estás solo en el sufrimiento. Puedes leer las Escrituras para aprender cómo sufrieron también las grandes personas que creían en Dios; la buena noticia es que Dios nunca se fue de su lado. Consuélate sabiendo que Él nunca te abandonará.

En segundo lugar, debes permitir que salga de tu mente y corazón esa pregunta y aceptes el hecho de que estamos viviendo en un mundo que ha sido afectado por la caída. Esto significa que estamos viviendo en un mundo que está afectado por el pecado. El pecado ha traído consigo dolor, angustia, pérdida y muerte. La muerte hizo una entrada a este mundo a través del pecado cometido por un hombre. «Adán trajo la muerte a todos nosotros, y Cristo nos traerá la vida a todos nosotros». Esto es lo que dice la Biblia acerca de por qué el mundo está de la manera en que lo encontramos. Es un lugar caído y pecaminoso.

En cierto sentido, podría ser un buen recordatorio para ti mismo que si no experimentaras ningún sufrimiento, significaría que estarías viviendo en un mundo que no se vio afectado por el pecado, porque todos experimentamos algún nivel de sufrimiento. No importa si eres un creyente en Cristo o no, forma parte de lo que vivirás. Afortunadamente, no es el final de la historia. Hay un nuevo cielo y una nueva tierra en camino, y el pueblo de Dios vivirá en el paraíso por la eternidad con un nuevo cuerpo que coincide con el nuevo ser. Pero, hasta ese día, el sufrimiento solo forma parte de este mundo.

Quiero que encuentres consuelo al saber que, como hijo de Dios, incluso a través de tu sufrimiento, Dios siempre está a tu lado. Él te proporcionará la fuerza, la alegría, la paz y el amor que necesitas en este momento. El sufrimiento y el dolor son momentáneos y temporales. Pablo escribió en el libro de Romanos: «Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse... Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios». Medita en esta palabra hoy.