La Liga de la FeMuestra

MARCAS EN MADERA

Cada persona es única. Tiene una historia de vida con decisiones que la fueron marcando hasta llegar a ser quien es actualmente, al igual que Jacob, el personaje que meditaremos hoy.

En Hebreos 11:21 leemos que "por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón."

El bordón era un bastón que tenía diversos usos, entre ellos apoyarse y ayudar a caminar. Pero en su época y costumbre fue algo más que un palo de madera, puesto que era algo personal y característico para cada persona. En él, se solían escribir promesas de Dios.  Además estaban las marcas de sus diferentes experiencias transcurridas. Por lo que al tomar el bordón de alguien, se podía reconocer de quién era.

Si abrimos nuestra imaginación y vemos a Jacob adorando apoyado sobre su bordón, podemos recordar los diferentes rasgos que marcaron su bordón… su vida. Pero hoy nos detendremos sólo en uno que lo marcó trascendentalmente. Él era joven, fuerte en su aspecto físico, pero su débil fe lo llevó a obtener la primogenitura a través de una mentira. Esto lo hizo huir preocupado pensando que estaba sólo. Pero como siempre, allí estaba Dios.

Así fue que una noche, a través de un sueño, escuchó la voz de Dios (Gn. 28:13-15) diciendo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham (su abuelo) e Isaac (su padre). En ese momento le recordó que contaba con su compañía, sus bendiciones y que cumpliría la promesa de su gran descendencia. A partir de aquel encuentro no fue el mismo, decidiendo hacer de aquel Dios.. SU DIOS (Gn. 28:21)

Y ahora estaba allí, débil en su aspecto físico, pero fuerte en la fe y sostenido por las promesas divinas, apoyado sobre su bordón adorando a aquel Amigo que conocía cada marca de aquel bastón. Recordando a un Dios vivo que lo acompañó toda su vida.

Este es el momento de hacer de Jesús tu mejor amigo. Déjale conocer y ser parte de las marcas que te identifican a quién dejó marcas en el madero, en la cruz y huellas en sus manos para salvarte. Hoy decide, como nuestro héroe Jacob, fortalecer cada día tu fe y confiar tu vida en aquellas manos de amor.

¡Quédate hoy con estos pensamientos que mañana disfrutaremos de otro personaje! ¡Nos vemos!

Alina y Adalis Schumann

Ilustración: Oscar Campo