Renovando La Mente y La BocaMuestra

Renovar nuestra mente

Debemos amar a Dios con todo, incluyendo nuestra mente. Amar a Dios con nuestra mente significa tener pensamientos renovados, acordes a Su Palabra. Dios puede convertir nuestras ideas en bendiciones, pero si a diario tenemos más ideas negativas que positivas, los resultados serán desfavorables. 

Los pensamientos nos gobiernan: durante el día le dedicamos mucho más tiempo a pensar que a orar. Tomamos decisiones constantemente y si no sabemos cómo pensar, no obraremos bien y lo que tenemos en mente nos estorbará para recibir aquello que el Señor quiere darnos. No conformarse con este siglo significa no quedarnos con los pensamientos mundanos e imitar lo malo. 

Cambia tu mentalidad, aunque eso te haga parecer diferente a los demás. Lo peor que puede suceder es que te llamen loco, pero si es por tener buenos pensamientos, sería maravilloso. No tiene nada de malo ser una persona inusual. La Palabra dice que el Evangelio es locura para algunas personas, así que bienvenido al mundo extraordinario de los inusuales y de los que creen en el Dios de lo imposible.