Renovando La Mente y La BocaEjemplo

Árboles de buen fruto

El árbol se conoce por su fruto; es decir, que lo bueno o malo que hagamos y digamos será nuestro testimonio de vida. Algo malo es corrupto de raíz, podrido e indigno; mientras que lo bueno es distinguido, correcto, placentero y de buena naturaleza. Así que debemos hablar y hacer lo agradable, correcto y útil para ser identificados como árbol de buen fruto. 

Recordemos que el noveno mandamiento tiene que ver con las palabras porque ordena no difamar al prójimo. Entonces vemos que Dios no solo aconseja que hablemos bien, sino que además condena a quienes usan su boca para decir mentiras en contra de los demás. 

Evitemos que nuestra lengua se contamine y haga lo mismo con las personas que nos rodean. Jesús dijo que por nuestras palabras seremos justificados o condenados. Hablemos de forma correcta y de esta forma agradaremos a nuestro Padre