Imparable Muestra

¿Cuál es tu personaje favorito de la Biblia? Yo no sabría qué contestar, ya que hay muchos que me gustan, pero sí puedo decir que uno de los personajes a los que más admiro en la Biblia es a Josué. 

Josué estuvo desde el principio al lado de Moisés, y sirvió a Dios a su lado de manera incansable. Siempre estaba ahí, apoyando a Moisés, dirigiendo a los ejércitos en la batalla, inspirando fe en el pueblo. De hecho, se dice que Josué nunca se apartaba del tabernáculo, que en aquellos tiempos representaba la Presencia de Dios (Éxodo 33:11).

¿Sabes cuál fue el resultado de su constancia en buscar al Señor? Josué fue directamente llamado por Dios para dirigir al pueblo de Israel, e introducirlo en la Tierra prometida. Una de las primeras órdenes que el Señor le dio, de hecho, fue: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8) 

¡Wow! La constancia había producido ya un fruto enorme en su vida, pero había aún más reservado para él, Dios le invitaba a ser constante en la meditación y aplicación de las Escrituras. Estas son las dos promesas asociadas a ello:

· Su camino prosperaría

· Todo le saldría bien

Impresionante promesa, ¿verdad? ¿Quieres prosperar y que todo te salga bien? Tres palabras: lee, medita, aplica. ¡La meditación y aplicación diaria de las Escrituras atrae cada día la bendición sobre tu vida!