Todo pasa por algoMuestra
Dios es soberano
Era octubre del año 2001. Recuerdo el día y la hora cuando escuché esa terrible pregunta: “¿Pero, por qué Dios tuvo que llevarse a mi abuelito al cielo?” La pregunta venía entre sollozos y estupor de mi hija de ocho años, luego de saber, por mis labios, que mi padre había muerto esa mañana. En mi mente la respuesta estaba más o menos clara, pero confieso que a mi corazón le tomó mucho más tiempo comprender y aceptar.
De vuelta a nuestros tiempos. El año 2020 será recordado como un tiempo de profunda prueba para toda la humanidad. La pandemia trajo luto y dolor a buena parte de la Tierra y alteró dramáticamente arraigados patrones sociales, económicos y culturales en todo el planeta. En el apogeo de la pandemia, miles y miles de niños plantearon preguntas muy difíciles a sus padres. Hoy siguen demandando razones y muchos todavía quieren entender por qué algunos familiares y amigos enfermaron y murieron. Muchos padres y madres que aman a Dios y hacen su mejor esfuerzo por vivir piadosamente tropiezan ante el cuestionamiento sincero de sus hijos, simplemente porque ellos mismos no saben qué responder con certeza. ¿Envió Dios esta plaga contra la humanidad? ¿Con qué propósito? ¿Si no la envió Él, quién la provocó? ¿Por qué permite Dios el sufrimiento?
A nuestra mente limitada le cuesta comprender. Pero aunque las tragedias sean difíciles de entender y aceptar, las respuestas a estas preguntas vitales están cerca de nosotros. Una y otra vez la Biblia nos muestra que, sin lugar a duda, Dios es soberano, es decir, que nada ni nadie puede oponerse a su voluntad, que nada ni nadie puede obligarlo a hacer algo o dejar de hacerlo. Es cierto que ignoramos los detalles del porqué ocurrieron ciertas cosas. Pero no podemos dudar de que Dios estuvo y está al lado de quienes lo llamamos Señor y Padre nuestro para acompañarnos y consolarnos, incluso si tenemos que pasar transitoriamente por un valle de sombra y muerte.
Y es precisamente debido a su soberanía, que Él libremente creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza para amarlos; Él soberanamente se hizo hombre para rescatar a una humanidad caída y perversa; Él decidió por propia voluntad morir como hombre en la cruz en lugar del ser humano pecador; Él ha decidido habitar por su Espíritu en cada persona que se rinde a su llamado. ¡Es por su voluntad soberana que nos redime, santifica y volverá por nosotros! ¡Por propia voluntad, Dios nos hizo nacer en el Espíritu para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación!
Es nuestra oración sincera que este devocional de siete días te ayude a caminar mucho más cerca del Señor. Solo Él tiene las respuestas a nuestras preguntas y aunque no promete que responderá todas nuestras inquietudes, nos invita a caminar de su mano y a renovar nuestro entendimiento por medio de su Palabra, la Biblia, de manera que nosotros mismos comprobemos que la voluntad de Dios es siempre buena, agradable y perfecta.
José Yelincic
Misiones digitales YVT - Jazôn
Acerca de este Plan
Nuestras luchas no siempre tienen respuestas en el momento, pero incluso cuando no podemos verlas, siempre tienen un propósito. Veamos cómo Dios nunca desperdicia dolor y sufrimiento transformándolos en preparación para algo mucho más grande. Todo sucede por algo y a través de las pruebas, las luchas y el dolor crecemos para ser fuertes y encontrar propósito.
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Nos gustaría agradecer a Jazôn por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jazon.info/