Me Divorcié y Ahora ¿Qué?Muestra
El dolor de la crisis
Quizás estás sufriendo el dolor de un divorcio o separación a causa de maltrato o infidelidad. Lamentablemente nadie está exento de sufrir mientras estemos en el plano terrenal y yo no fui la excepción. El día que menos lo esperaba me llevé la desagradable sorpresa de que había una tercera persona en mi matrimonio. El mundo se me cayó. ¿Cómo era posible que el hombre que yo amaba me pagara de esa forma? ¿Dónde había quedado el compromiso que había hecho ante Dios?
Recuerdo que lloré amargamente. Entonces, pensé que era el fin de la relación, pero Dios nos restauró. Sin embargo, años después su inseguridad lo llevó, en dos ocasiones distintas, a pedirme el divorcio porque ya no me amaba. Otra vez, mi mundo se derrumbó. Las noches de llanto parecían no terminar, pero Dios fue mi consuelo.
No imagino qué hubiera sido de mi vida sin recibir la paz que solo Dios puede dar. Todo parecía obscuro, pero llegó el momento de sonreír. Tal vez estás viviendo el instante más difícil de tu vida ahora y no puedes entender por qué. Te cuestionas una y otra vez lo que pasó. En ocasiones te sientes culpable y el dolor no te deja vivir. Es como un veneno que vas tragando poco a poco y te va matando. Sientes emociones muy desagradables y no encuentras paz. Tu alma y tu espíritu se inquietan y eso se refleja en tu cuerpo.
Luego de vivir varias experiencias dolorosas en el matrimonio que culminó en divorcio para mí, puedo decirte que hay esperanza. Todo pasa con un propósito que al final comprenderás y volverá la sonrisa a tu rostro. Mientras tanto, llora porque es parte del proceso para limpiar tu corazón. Lo mejor es que tienes quién te consuele porque Dios está contigo y no te dejará. Aunque parezca un desierto largo y doloroso, la crisis no dura para siempre. El final está cerca. Pon tu dolor en las manos de Dios.
Acerca de este Plan
¿Has terminado una relación y no sabes qué hacer? Este plan de estudio constará de cinco días de reflexiones, sustentadas en la palabra de Dios, que te llevarán a descubrir que hay esperanza después de un proceso de divorcio o separación. El Señor quiere sanar tu corazón dolido de cada experiencia traumática para que puedas perdonar, restaurar tu vida y volver a empezar.
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Nos gustaría agradecer a Elizabeth Vargas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.masquevivir.com