Dinero E Inversiones Con Los Hermanos KwakMuestra

Gestión de dinero

¡Bienvenido al día dos! ¿Qué dice Dios acerca de la gestión de tus finanzas? (Recuerda, todo el dinero es dinero de Dios). Hoy vamos a discutir la gestión adecuada del dinero desde una perspectiva centrada en Cristo. Pasaría todo el tiempo del mundo dándote tácticas y estrategias, pero sería increíblemente abrumador. En su lugar, voy a darte los principios fundamentales. Como un dominó, si derribas la primera pieza, todos los demás dominós caerán. Nos vamos a centrar en ese dominó específico, el «pilar» que mantiene el rascacielos en tierra. 

Ese pequeño concepto es la planificación. Si planificas, procura honrar al Señor en todo momento. Escucha esa voz a la quietud del Espíritu Santo, que creo que es fundamental para toda toma de decisiones como seguidores de Cristo. Dios quiere intimidad con nosotros. ¿No es por eso por lo que envió a su único Hijo, para que podamos reconciliarnos con el Padre? 

Ahora, se podría preguntar: «¿Qué tiene que ver esto con la gestión del dinero? ¿Qué tiene que ver esto con la mayordomía? ¿Qué tiene que ver esto con el bienestar financiero?». ¡Todo!

La administración es una palabra que se ha lanzado bastante en la comunidad cristiana, pero creo que es hora de aclarar lo que estamos administrando. Tú puedes decir que estás administrando el dinero de Dios donando una gran suma de dinero, pero Dios no está impresionado por eso. Sabemos que esto es cierto por la perspectiva de Jesús en la historia de la ofrenda de la viuda pobre. Entonces, ¿cómo salimos claros sobre qué y cómo necesitamos mayordomía de una manera que honre a Dios? De vuelta a mi punto original, es pura intimidad con Jesús y la comprensión de que no eres señor de tus finanzas. Debes entender que al final del día, respondes a Dios. 

Por lo tanto, antes de tomar decisiones de inversión o revisar mi presupuesto, ruego a Dios por su sabiduría y discernimiento. Al igual que en cualquier relación, se necesita tiempo para que reconozcas y confíes en la inspiración del Espíritu Santo. A veces Dios dice: «No todavía». «No, no lo hagas». «Tienes luz verde». Mi favorito: «¡Disfrútalo!».

Sí, sugiero aprender a planificar tu presupuesto y seguir con él. También creo que tienes la responsabilidad de obtener educación financiera y realizar un seguimiento adecuado de tus gastos para asegurarte de que estás gastando menos de lo que ganas. El diezmo y el reconocimiento de que Dios es el Señor sobre nuestras finanzas es crucial. 

Sin embargo, al mismo tiempo, nunca debemos descuidar la base que impulsa toda actividad y decisiones. Es decir, debemos crecer para ser más íntimos con Cristo. Nos dará su sabiduría para una gestión adecuada.