Sin Vergüenza: Descubre Tu Lugar en Las Tensiones De La IdentidadMuestra

Day 3 -- Estar bien con quien no eres

De niños, nuestros padres probablemente nos dieron a la mayoría de nosotros el mismo aliento cuando querían inspirarnos. Este estímulo generalmente suena como: "Puedes hacer cualquier cosa que te propongas". Este consejo es especialmente cierto para aquellos de nosotros que nos damos cuenta de oportunidades como la graduación universitaria que eran inaccesibles para las generaciones anteriores de nuestras familias.

Todos hemos escuchado alguna versión de ese consejo, pero si somos honestos, ese sentimiento puede crear una carga que es demasiado pesada de soportar. Por ejemplo, podemos encontrar proyectos en el trabajo que se esfuerzan tanto como podamos, no podemos evitar que sean mal recibidos por compañeros de equipo o clientes clave. O podemos encontrarnos luchando con la angustia para proteger a nuestros seres queridos del dolor de la inseguridad laboral o la pérdida durante una crisis nacional.

Enfrentados a estas presiones, a menudo internalizamos la necesidad de ser el héroe de nuestra vida y la de los demás. Muchas veces, respondemos a la presión a través del ajetreo y la necesidad de demostrar que somos dignos de redimir el día. Ya sea real o imaginario, escuchamos las voces de quienes nos rodean defendiendo las virtudes basadas en el desempeño. A veces, nuestros amigos y mentores nos dicen "puedes hacerlo", cuando "eres amado aunque no lo seas" es lo que necesitamos escuchar. O, nuestros amigos pueden decirnos "Eres tan fuerte", cuando estamos cargando pesos que no podemos soportar. Si no hay nadie alrededor para alentar el desempeño, es posible que sintamos la necesidad de elevarnos por encima de nuestra estación y unirnos al “grupo” de la temporada.

Todo esto es un trabajo agotador. Pero como Juan el Bautista en la aparición de Jesús, podemos aceptar nuestras limitaciones como una oportunidad para señalar al verdadero salvador del mundo, ¡Jesucristo! Las Escrituras revelan muchos casos en los que el pueblo de Dios se da cuenta de que cuanto más no pueden hacer, ¡más espacio hay para Dios!

Reflexione sobre la historia de Juan el Bautista y observe la forma en que su testimonio dejó espacio para la aparición de Jesús. Al aceptar lo que no somos (totalmente capaces, capaces de complacer a todos y lo suficientemente poderosos para superar todos los desafíos de la vida) podemos cambiar vidas obsesionadas con los logros y el poder por vidas de aceptación y gratitud. Como Juan el Bautista, podemos ver alegría en lugar de desilusión cuando somos rechazados. Podemos encontrar paz en lugar de ansiedad cuando las cosas no salen como queremos.

Tiempo de refleccion:

• Tómate un segundo para reflexionar sobre tus relaciones más cercanas. ¿Hay alguien a quien temes decepcionar actualmente?
• Cuando piensa en vivir una vida de fe, ¿lo ve como una actuación para mantener o una carga pesada?
• Tómate un segundo para pensar en las luchas en tu vida, ¿ves a Jesús como un medio para ser una persona más impresionante? Si es así, imagina cambiar a Jesús de ser un accesorio a convertirse en tu mejor yo. Míralo como la fuente de vida que revelará tu verdad como alguien que es hecho justo por su esfuerzo y no por el tuyo.