Sin Vergüenza: Descubre Tu Lugar en Las Tensiones De La IdentidadMuestra

Day 4 -- La Descolonización de tu jornada de fe

Quiero que saques una moneda de tu bolsillo. En cualquier moneda estadounidense, verá una frase en latín: E Pluribus Unum. Significa "de muchos, uno".

Es el lema estadounidense. El lema que ha dado origen a una de las sociedades más diversas del mundo. El lema que ha creado la percepción de que desde que tenemos diversidad tenemos unidad y equidad.

Pero, ¿la diversidad garantiza la equidad?

Cómo latino nacido en este país, me he preguntado cómo debería ser mi jornada con Jesús. Quizás puedas identificarte. Quizás no como miembro de la comunidad latina, sino como alguien cuya vida no encaja perfectamente en las categorías culturales prescritas. Y, honestamente, solo estás tratando de encontrar sentido a ti mismo y a tu fe.

En Efesios 4 leemos: “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu - así como ustedes fueron llamados a una sola esperanza en su llamado - un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que es sobre todos ya través de todos y en todos."

La "unidad" es un tema importante. De alguna manera me recuerda al matrimonio y cómo los dos-- esposo y esposa-- se convierten en una sola carne. Pero les aseguro que, después de 13 años de matrimonio, nuestras personalidades individuales no se borran simplemente cuando nos casamos.

Pero a medida que los dos se vuelven uno, ¿alguna vez preguntamos: cuál? ¿A cuál de los dos nos parecemos más?

A medida que la comunidad cristiana mundial avanza hacia la unidad, debemos tener cuidado de no conformarnos con una versión de la unidad superficial. A menudo, nuestros intentos de unificar a un grupo de personas diversas se producen a expensas de la minoría, los más débiles y los estigmatizados del grupo. Tal vez usted, como yo, ha estado en el corto y a menudo doloroso final de la unidad. Porque a menudo en nuestros intentos de unidad, nos conformamos con el dominante. Esto es cierto en matrimonios, amistades y naciones. Pero la unidad no es igualdad.

Todos tenemos pasados oscuros de los que preferimos no hablar, pero ahora más que nunca sabemos qué es importante que aprendamos a hablar de ellos. Esto es cierto en las sociedades, especialmente en la sociedad estadounidense. La historia de los Estados Unidos corre paralela a la historia de nuestra expresión del cristianismo tal como la experimentamos ahora en el país. Lamentablemente, eso no es algo que valga la pena celebrar.

Pablo está escribiendo esta carta a los Efesios por las mismas razones por las que muchos de nosotros estamos alzando la voz para que nuestras historias sean vistas y celebradas, no descuidadas y borradas.

El evangelio de Jesús es bueno porque crea un corazón nuevo, sin destruir su cuerpo. Es una buena noticia porque Su Espíritu entra en nuestras vidas, sin borrar nuestras vidas. El Espíritu de Dios se vuelve uno con nosotros sin dejar de ser distintivamente el Espíritu de Dios.

Anteriormente en su discurso a los Efesios, Pablo les recuerda que Jesús es "nuestra paz, que hizo de ambos grupos uno y derribó el muro divisorio de la hostilidad". Jesús no es simplemente un puente que nos conecta con Dios, sino un martillo que destruye las hostilidades entre los grupos étnicos de nuestra comunidad global.

Si, como nos recuerda Apocalipsis 7:9, llevamos nuestras etnias al reino de Dios, entonces debemos tener cuidado de no aplanarlas ni borrarlas en la tierra y desilusionarnos a nosotros mismos.

Hermano, hoy animo a tu alma! Jesús es buena noticia porque en él no nos perdemos, si no, nos encontramos a nosotros mismos.

Tiempo de refleccion:

• ¿Dónde ha cambiado su expresión étnica auténtica por una forma superficial de comunidad y unidad?
• ¿Dónde ha sentido vergüenza o incluso enojo cuando se trata de la singularidad de su historia familiar? ¿Por qué?
• Identifique una forma en que puede comenzar a celebrar las diferencias de su historia en comparación con otras en lugar de suprimirlas.