[Serie Busca La Luz] Busca La LuzMuestra

Una cosa es saber acerca de una persona y otra es conocer a esa persona

Todos sabemos que una cosa es saber acerca de una persona y otra completamente diferente es conocer a esa persona realmente. Nunca tendrás una idea, opinión, experiencia o testimonio auténtico y veraz acerca de una persona, a menos que te encuentres y pases tiempo con ella para tener una comprensión completa.

Además, cuanto más cerca estás de esta persona, más terminas siendo influenciado por ella. Con el tiempo, su mentalidad, actitudes, visión del mundo y, lo más importante, las acciones serán moldeadas por esa persona. «El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado» (Proverbios 13:20 NVI). Sin duda, conocer a una persona afecta profundamente nuestras vidas, ya sea positiva o negativamente. 

Si fuéramos a hablar de alguien que admiramos, por quien nos preocupamos y conocemos, estoy seguro de que nos resultaría muy fácil. Podríamos hablar durante horas, dando detalles, así como compartiendo historias y anécdotas sobre nuestra relación. ¿Alguien podría negar o dudar de nuestras palabras? Hay algo en escuchar a un testigo de manera directa, un testimonio auténtico, que te da una seguridad y credibilidad que es inmejorable.

Es precisamente por esta razón que el evangelio de Jesucristo se extendió tan rápidamente. Piensa en aquellos cristianos cuyas vidas estaban en peligro, pero que con mucho gusto renunciarían a todo para defender el testimonio de su Salvador Jesucristo. Escucharon la voz de Jesús, lo vieron con sus propios ojos, lo tocaron con sus manos. Jesús no era un concepto etéreo. Era real y valía la pena vivir y morir por él.

Podían proclamar la buena noticia sobre Jesús con audacia porque tenían una experiencia personal, real y que cambió la vida de ellos, puesto que los llevó a Dios Padre. La vida misma se manifestó en la persona de Jesucristo. Por la manera en que llegaron a conocerlo se atrevieron a proclamar las buenas noticias de su vida para que tú y yo también pudiéramos tener una experiencia personal y compañerismo con él.

Un testimonio tan poderoso no solo es digno de nuestra atención, sino también una oportunidad desafiante para todos nosotros. ¿Conocemos a Jesús y tenemos comunión con Él, o hemos estado contentos con escuchar acerca de las experiencias de otras personas y hemos perdido la oportunidad de conocer a Dios mismo? El apóstol Juan escribió la epístola de 1 Juan para que nuestro gozo fuera completo. ¿Quieres saber acerca de Él, o quieres conocer a Jesús mismo?