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Esperando La PromesaMuestra

Esperando La Promesa

DÍA 4 DE 4

 Recibiendo la Promesa

Ya hemos estado aprendiendo bastante sobre el proceso para el cumplimiento de las promesas de Dios y a la luz de la promesa del nacimiento de Jesús. 

Nos hemos acercado al cumplimiento y en este día aprenderemos algunas otras actitudes necesarias antes del mismo. Esta vez a través de dos ancianos con cualidades extraordinarias. Ellos son Simeón y Ana.

Del anciano Simeón nos dice la Escritura lo siguiente… "Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo." (Lucas 2:25-27)

Este anciano había recibido la maravillosa promesa de que sus ojos verían al Niño Salvador y que no moriría hasta su cumplimiento. Muchas características hermosas tenía este anciano del Señor, pero quiero resaltar la actitud correcta que nos quiere enseñar.

Es la actitud de expectativa diariamente en el templo. A pesar de su edad y ancianidad; este varón se mantuvo día a día expectante, dirigido por el Espíritu de Dios a congregarse con regularidad. ¿Cuántos al ver que Dios aparentemente se tarda en su cumplimiento dejan de congregarse? Quien sabe cuantos dolores en su cuerpo, condiciones de salud o la distancia que debía recorrer este hombre para poder llegar al templo, fueron solo algunos de sus obstáculos en el camino para llegar a alcanzar su promesa, pero ninguno de ellos lo detuvo jamás.

Así mismo Ana de quien la Escritura nos dice los siguiente… "Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones."

Ella no sólo se congregó constantemente, sino que también servía en el templo con fervor; enseñándonos que la espera del cumplimiento debe ser en ferviente servicio a Dios, con ayunos y oraciones y sin importar el tiempo.

Ellos no sólo escucharon la promesa, ellos nos sólo la vieron de lejos; sus actitudes correctas y de perseverancia hicieron que la alcanzaran.

Y Simeón… le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación

El cumplimiento llegará en el momento justo y perfecto de Dios. El pondrá en tu mano lo que prometió. Primero escucharás la promesa, pero tendrás que esperar por ella. Y esa espera debe ser mostrando las actitudes correctas de un verdadero hijo de Dios que ha creído en su juramento: Actitud de paciencia, actitud de oración, actitud adoración y gozo, actitud de expectación, congregándote cada día en el templo y sirviendo a Dios con ayuno y fervor. Y tus ojos no se cerrarán hasta que veas tu promesa cumplida.

Sabiendo estas cosas y cumpliendo con ellas; así obtendrás tu promesa. Tu respuesta vendrá para gloria y testimonio del Dios vivo...Ana habló (testificó) a todos los que también esperaban.

Oremos: Padre, perdóname por las veces que dude de tu fidelidad. Ayúdame a ser paciente en mi espera y a mostrar las actitudes correctas delante de ti y de tu pueblo mientras espero tus promesas. No permitas que mis actitudes me lleven al fracaso. Quiero vivir una vida que te honre y anhelo ver y tener en mis manos lo que has prometido, porque sé que será para la gloria de tu nombre, para testimonio de tantos que al igual que yo también esperan. En el nombre de Jesús. ¡Amén!

Conoce al autor: 

https://www.facebook.com/pastoraglendalizamadorletras 

Día 3

Acerca de este Plan

Esperando La Promesa

Es difícil esperar en el Señor cuando entendemos que nuestras necesidades son apremiantes y pensamos que la respuesta de Dios debería ser más rápida. El Señor nos enseña, que nunca llega tarde, nunca fuera de tiempo, siempre en el momento preciso. Jesús era la promesa esperada por el pueblo de Israel; pero tanto la espera como su llegada, nos enseñan también a esperar y recibir nuestras propias promesas.

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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.iglesiatde.today/misletras-blog