Persiguiendo La GrandezaMuestra
Hombre del Reino
Uno de los elementos críticos para hacer avanzar el reino de Dios es comprender que, como hombre, responsable de lo que cae dentro del área de influencia que Dios le ha dado. Un hombre que renuncia a la responsabilidad en el caos o la confusión de su reino, ya sea que lo haga directamente o no, se ha impedido así remediarlo. No solo carece del poder de Dios para avanzar, sino que se ha descalificado incluso para arreglar lo que se ha roto.
Soy pastor de una iglesia bastante establecida con más de 200 empleados. La mayor parte del tiempo la iglesia funciona sin problemas. Sin embargo, de vez en cuando recibo una llamada telefónica de alguien que parece molesto diciéndome algo que no le gustó.
Nunca olvidaré la vez que una mujer me llamó para decirme que había llamado a la iglesia cinco veces el día anterior y que no podía comunicarse con el operador, todas y cada una de las veces. Cada vez que esta mujer en particular había hecho una llamada telefónica a la iglesia, el operador no había podido contestar, por lo que su llamada había ido al buzón de voz.
Mi reacción normal fue preguntarle por qué no presenta su queja al operador y por qué me la da a mí. Soy el pastor principal, después de todo, de varios cientos de empleados dirigidos por una iglesia, una escuela cristiana y centro de extensión. ¿Cómo se supone que voy a saber por qué el operador no estaba allí en ese preciso momento? Quizás estaba en otra llamada. No te ofendas, pero pregúntale.
Sin embargo, aunque eso es lo que tengo ganas de decir, no es lo que realmente dije. Porque, con toda honestidad, la persona que llama tiene razón. Ella ha localizado y contactado a la persona correcta para su queja.
Como pastor principal, puede que yo no sea el culpable directo del problema relacionado con la llamada telefónica perdida, pero en última instancia mi posición me hace responsable. Entonces, cuando recibí esa llamada, la manejé rápidamente. ¿Por qué? Porque en última instancia soy el responsable de que no vuelva a suceder.
La misma queja fue presentada a Adán. No sobre una llamada telefónica, sino sobre una fruta. La pregunta se le plantea a Adán porque, independientemente de quién hizo qué primero, él era el único responsable. Esto se debe a que Adán era responsable ante Dios como representante asignado para llevar a cabo y para asegurar el cumplimiento de la agenda de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los hombres anhelan ser grandes. No solo anhelamos ser grandes, también deseamos ser reconocidos como geniales. Pero muchos hombres luchan por capitalizar su verdadero potencial y terminan persiguiendo cosas que los alejan más de donde realmente quieren estar. Explora la hombría auténtica con Tony Evans mientras te guía a través de un viaje de 7 días para enseñarte cómo perseguir la grandeza real.
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Nos gustaría agradecer a The Urban Alternative (Tony Evans) por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://tonyevans.org/