Persiguiendo La GrandezaEjemplo

Hombre del Reino

La luna no tiene luz propia. Lo que vemos cuando somos testigos de la grandeza de la luna por la noche es simplemente un reflejo de la luz del sol. Si bien Dios te ha creado para ser grande, su grandeza debe ser siempre un reflejo de los suyos. La grandeza de Dios, que debes reflejar, se demostró claramente a través de Su Hijo, que "no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos" (Mateo 20:28). En otras palabras, su grandeza debería hacer que la vida dentro de su esfera de influencia sea mejor y no peor.

Su grandeza debería inspirar a otros hombres a querer ser como usted porque ven su impacto positivo en la vida de los demás.

Alcanzar la grandeza no significa que su nombre siempre será el que aparece en las luces del marcador.

Alcanzar la grandeza significa maximizar todo lo que estás destinado a ser para la gloria de Dios y para el bien de los demás. Uno de los mejores jugadores de un equipo de fútbol es el apostador. Si el apostador no da consistentemente al equipo contrario la peor posición de campo posible, el juego puede cambiar. Impulso puede cambiar. La puntuación puede cambiar. El resultado puede cambiar.

Sin embargo, ¿cuántos fanáticos conocen el nombre del apostador en los equipos de fútbol?

Pero conocido o desconocido, todavía necesita ser grande.

La grandeza para un hombre del reino comienza por alinearse bajo la agenda del reino de Dios y así haciendo, beneficiando a otros. Toma la decisión de que no solo quieres la grandeza, sino que vas a perseguirlo de acuerdo con el método de Dios para conseguirlo. Ahora, entiendo que tomar esa decisión podría ser difícil. Tal vez sienta que las circunstancias de la vida le han dado una mano dura. Podría ser diferentes razones para diferentes hombres: tal vez se enfrente a la marginación racial, o tal vez lo criaron sin un padre o un modelo masculino positivo. Podría ser que esté viviendo en un agujero financiero, o tal vez sus compañeros de trabajo o su jefe en el trabajo no estén jugando limpio. Tal vez su familia esté en ruinas, o usted ya ha marcado la pauta del liderazgo pasivo en su hogar.

Sean cuales sean las probabilidades, nunca dejes que las probabilidades determinen su destino. Dios lo ha destinado a la grandeza. Jesús dijo que, si crees en Él, harás obras más grandes que las que Él hizo. Él no dijo que a lo mejor podrías hacer ellos. Ni siquiera dijo que podrías hacerlos. Jesús dijo que, si crees, lo harás.

Lo harás.

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