Jesús: Un líder vulnerableMuestra

“Más Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.  Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será servidor de todos”. Marcos 10:42-45  

Hacer discípulos

Jesús dejó a sus seguidores el mandato de hacer discípulos. Y un discípulo es un seguidor. Discípulo es sinónimo de aprendiz, estudiante o alumno. Ese proceso requiere de enseñanza, pero también de modelaje.

No se puede hacer discípulos solamente enseñándoles, se requiere mostrarle con nuestro testimonio y vida, la aplicación de las enseñanzas que les estamos dando. El discipulador necesita mostrar en su estilo de vida las enseñanzas que está impartiendo al discípulo. Eso fue lo que hizo Jesús con sus discípulos. Y Jesús es el modelo a imitar en el rol de discipuladores. Los líderes cristianos necesitan entender que discipular es ayudar a alguien a encontrar y seguir a Jesús. Y eso no es posible sin tener a Jesús como modelo de actuación. El discipulador efectivo es un fiel imitador de Jesús. Si el Maestro Jesús practicó un liderazgo vulnerable, el discípulo de él, no puede hacer menos que lo que su maestro hizo. Se requiere, pues, practicar la autenticidad, humildad, transparencia y vulnerabilidad de Jesús. De lo contrario, nuestro rol como discipuladores no será transformacional para nuestros discípulos. 

Este proceso requiere además mucha interacción entre discipulador y discípulo. Se precisa de conexión e intimidad para trasmitir las enseñanzas a los discípulos. Ahora, para lograr ese ambiente de intimidad y conexión, se precisa de cercanía, y de darle acceso a los discípulos a nuestra vida, y eso sólo es posible si nos hacemos vulnerables. De lo contrario, la enseñanza lucirá teórica y distante.