Los Enemigos De Tu PropósitoMuestra

Autocompasión 

Dios tiene grandes planes con cada uno de sus hijos. Somos nosotros los que debemos buscar la manera de conectar con nuestro Padre y cumplir nuestro propósito.

La autocompasión nos limita en el cumplimiento de nuestro propósito. En medio de las circunstancias que nos tocan vivir, cualquiera que sean, tenemos la decisión de asumir la actitud de la autocompasión o de la determinación.

Jesús vino a la tierra, y aunque sabía cuál era su destino no desistió, ni olvidó su propósito. Él sabía que sería traicionado, entregado y que moriría de la manera más vergonzosa que podía existir para la época. Pero también sabía que sería levantado de entre los muertos, que recibiría la gloria, la honra y el poder sobre todo imperio y huestes de maldad. Él sabía que la tumba no sería su final y que su Padre lo resucitaría. Él sabía que vencería al mal y que cumpliría su propósito de restablecer la comunión de la humanidad con su Creador. Aunque fue difícil y hasta sintió temor por los eventos que acontecerían no claudicó por amor y porque sabía que vería su propósito cumplido. Nunca le vimos autocompadecerse. Jesús no actuó como víctima de las circunstancias sino que con determinación se apropió del propósito y venció la situación.

La autocompasión nos estanca, nos nubla el pensamiento y nos hace olvidar que Jesús ya venció por nosotros. No somos víctimas de lo que nos pasa, somos guerreros en medio de una batalla. Que tu armadura sea la determinación para creer que todo tiempo de dificultad tiene fecha de caducidad. Que sin importar cuán difícil sea la batalla, hay victoria asegurada. 

Reflexiona

¿Estás avanzando en el camino trazado por Dios o te sientes estancado?