El Evangelio vs La ReligiosidadMuestra

Lo hermoso de este caminar es que día a día vamos comprendiendo y entendiendo que todos libramos batallas, que todos nos enfrentamos a pruebas en diversas áreas, que todos tenemos una individualidad en nuestra comunión con Dios, que todos fallamos porque no somos perfectos, que todos vamos desarrollando progresivamente discernimiento y conocimiento de la palabra. Pero siempre recordemos que sólo Dios conoce y pesa nuestros corazones. 

Nuestro Creador conoce qué pensamos, qué creemos, qué hacemos aun en lo secreto. Recordemos que nos debe unir el amor, que debemos orar los unos por los otros. No olvidemos que a quienes amamos a Dios todas las cosas nos ayudan para bien, aun aquellas que no entendemos, aun aquellas que el enemigo usa pero que Dios las transforma para bien. 

El regalo más grande que hemos recibido es la salvación. Una vez que estamos en Cristo Jesús nuestros pecados nos son perdonados, no hay condenación, él siempre estará allí para levantar al caído, para ir en pos del que se ha extraviado, para consolar por medio de Espíritu Santo al afligido.

Si Aquel que dio su vida por ti y por mi hace esto con cada uno de nosotros, ¿quiénes somos tú y yo para señalar, juzgar y condenar? o ¿quiénes son aquellos que a través de la religiosidad pretenden hacerlo?